“Martí dijo que todo hombre de justicia pelea por la libertad dondequiera que la vea ofendida, porque eso es pelear por su entereza de hombre. Y el que ve la libertad ofendida y no pelea por ella, o ayudada a los que la ofenden, no es hombre entero”. Daniel Llorente opositor a la dictadura cubana, le recordó esas palabras al régimen castrista.
Tras más de un año detenido en n el Hospital Psiquiátrico Comandante Dr. Bernabé Ordaz Ducungé, conocido popularmente como Mazorra, el opositor sale con más ganas que nunca de luchar en contra de la reiterada violación de los derechos humanos en Cuba.
Llorente, quien se hizo acompañar de su hijo Eliezer, aseguró que los próximos pasos de su lucha pacífica los seguirá dando en solitario.
“Estoy abierto a conversar con cualquier grupo opositor para intercambiar ideas. Yo creo que la lucha tiene que continuar. No puede haber tregua con esta gente porque es demasiado”, señaló el expreso político.
Encierro
Señaló que todo su encierro fue un calvario. Que sufrió el acoso constante del personal y los guardias del Hospital Psiquiátrico de La Habana, donde fue recluido sin un claro diagnóstico de enfermedad mental, y en contra de su voluntad.
“Muy diplomáticamente me hacían ver que estaba allí por órdenes de la Seguridad del Estado por el acto que había hecho el 1 de Mayo en la Plaza. Como ya había hecho actos anteriores, la Seguridad del Estado me dijo en 100 y Aldabó ‘te vamos a desaparecer’”, refirió.
Con respecto a su trabajo el activista destacó que la lucha tiene que continuar. “Es necesario que el sistema pare la injusticia, y que pare de explotar al cubano como lo está haciendo”, subrayó.
“Mi meta es continuar mi lucha pacífica en contra de una dictadura que ha estado oprimiendo al pueblo cubano por más de 50 años”, concluyó.
Recuento
“El Hombre de la Bandera”, como se le conoce a Llorente, fue detenido durante la conmemoración del Día del Trabajador, en los actos oficiales del régimen en la Plaza de la Revolución.
Allí se reúnen de forma obligatoria a todos los trabajadores estatales cubanos para hacer un acto proselitista, sin ninguna referencia a las reivindicaciones laborales que tanto necesita el cubano.
Llorente salió corriendo en medio del desfile hondeando una bandera de Estados Unidos e inmediatamente fue abordado brutalmente por la Seguridad del Estado y los grupos de choque de la revolución.
El encarcelamiento y la represión vivida en los tres espacios en los que estuvo confinado, ya son historia.
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Redacción Cubanos por el Mundo
