El precio de la educación, los alimentos, la salud y el trabajo en Cuba es sumamente alto. Los cubanos lo pagan con su vida. Son adoctrinados para tener que agradecer que el Estado les proporcione todo, en hambre y escasez, pero todo, según reseña Diario de Cuba.
De esa forma, mantener a la mayoría de la población en la pobreza es la forma de dominación del régimen cubano. Si el Estado paga la educación, tienen que trabajar donde el Estado diga. Si el Estado subsidia los alimentos y la salud, tienen que agradecer las migajas que el Estado da, sin poder exigir más.
Eso es lo que llaman los teóricos economistas, una forma de “neoesclavitud”. La nueva forma de esclavizar a los seres humanos es obligándolos a dedicar su vida a una estructura inamovible de pensamiento y acciones. Y eso es lo que hace el castrismo.
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Su forma de sometimiento es impedir que se generen fuerzas productivas para mantener el igualitarismo distributivo que promulga. El sistema de pobreza igualitaria para todos se consume los recursos nacionales, la economía que heredó del capitalismo y las ayudas internacionales.
Afirmaciones
En Cuba no hay mercado, competencia ni productividad. Nada de eso ayuda a la “neoesclavitud”. Si un hombre es productivo ha encontrado la libertad. Por eso el Estado es el dueño mayoritario de todo y explota a la fuerza asalariada, semiesclava del comunismo.
¿En desconocimiento? ¡No! El régimen sabe perfectamente que el modelo monopolista que aplica para controlar a la sociedad no ofrece calidad de vida, pero el miedo a perder el control le impide cambiar las reglas del juego.
El modelo monopolista sólo funciona mantener a los cubanos enfocados en conseguir qué comer y de esa forma mantenerlos semiesclavos del sobrevivir.
Nadie le cree ya, luego de 60 años, que siguen verificando la funcionalidad del sistema. Todos saben que para el beneficio del pueblo fracasa todos los días, pero para mantener al régimen en el poder, se convierte en campeón todos los días.
Redacción Cubanos por el Mundo
