Desde el 2012 hasta la fecha, el gobierno de Ecuador ha gastado 66 mil dólares al mes, el equivalente a unos cinco millones de dólares en total, en un proyecto que lleva por nombre “Operación Hotel” cuya finalidad era proteger y brindar apoyo al ciberactivista australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, asilado en la embajada ecuatoriana en Londres tras ser requerido por Estados Unidos y Reino Unido.
El informe fue publicado por el diario The Guardian, y en él se detallan documentos reveladores sobre cómo el país sudamericano empleó a una compañía de seguridad Internacional y agentes encubiertos para monitorear a los visitantes de Assange, al personal de la embajada e incluso a la policía británica.
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Durante cinco años, Ecuador destinó dicha cantidad de su presupuesto de inteligencia secreta para proteger al fundador de WikiLeaks, mientras recibía visitas de personas vinculadas al gobierno de Rusia, así como ‘hackers’, activistas, abogados y periodistas.
La operación fue aprobada por el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa y el canciller Ricardo Patiño.
El presupuesto abarcó la instalación de cámaras CCTV en la embajada luego de que Assange se mudara a ella.
La compañía instaló un equipo que brindaba seguridad las 24 horas, los 7 días de la semana, con dos personas en turno a la vez.
Los agentes de seguridad monitoreaban todos los movimientos de Assange, hasta el punto que notaron cambios de humor.
Temor
En algún momento, los funcionarios ecuatorianos temían que los británicos ingresaran a la fuerza en la embajada y se llevaran al periodista, por lo que idearon planes de escape con el fin de evitar la captura.
Por otro lado, existen documentos que muestran pagos multimillonarios a compañías de vigilancia de Internet por software de espionaje. Uno fue Hacking Team, una compañía de ciberseguridad con sede en Italia.
Redacción Cubanos por el Mundo