No importa que los venezolanos mueran de hambre, falta de medicamentos o a manos de la inseguridad, mantener “contento” a tu socio ideológico es más importante, o al menos así parece pensar Nicolás Maduro, quien a través de la estatal PDVSA compró casi 440 millones de dólares en petróleo extranjero para dárselo a Cuba, pese a la grave crisis que afronta el país sudamericano, reseña la agencia Reuters.
De acuerdo con documentos internos de la empresa chavista, los envíos petroleros son realizados a sus aliados en el hemisferio en vez de venderles el petróleo que se produce en Venezuela.
Pese a la enorme cantidad de divisas que necesita el país petrolero, los cargamentos fueron entregados a descuento.
Las compras de petróleo en el mercado abierto para subsidiar a uno de los pocos aliados restantes de Venezuela ponen de relieve su creciente aislamiento global y la desintegración de su sector energético bajo el gobierno de Nicolás Maduro.
En este sentido, PDVSA compró el barril a un precio de 12 dólares y se lo dio a Cuba.
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Es posible además que la isla caribeña nunca pague en efectivo por los cargamentos porque Venezuela siempre ha aceptado bienes y servicios de Cuba a cambio de petróleo, bajo un pacto firmado en el 2000 por los difuntos Hugo Chávez y Fidel Castro.
De acuerdo con informes presentados por el régimen venezolano, el petróleo comprado en el exterior solo se usa para mezclarlo con su propio crudo y así mejorar la calidad y crear un producto exportable.
Pero esto revela que gran parte del material adquirido es desviado a los aliados del régimen bolivariano.
Las entregas subsidiadas apuntan a mantener el apoyo político de Cuba, uno de los cada vez menos numerosos aliados de Venezuela, según diplomáticos, políticos y ejecutivos de PDVSA.
“Maduro está regalando todo lo que puede porque el respaldo de estos países, especialmente de Cuba, es todo el apoyo político que le queda”, dijo un alto funcionario del Gobierno venezolano que pidió no ser identificado.
Redacción Cubanos por el Mundo