Ahora es una realidad. La Unión Europea (UE) y el régimen cubano firmaron un convenio para promover las energías renovables en la Isla. Este es el primero que se concreta luego de establecido el nuevo pacto entre las partes, según reseña AFP.
Federica Mogherini, jefa de la diplomacia europea aseguró luego de finalizada la reunión del Consejo Conjunto UE-Cuba que se trata de “una pequeña gran noticia positiva”.
“En un mundo cada vez más conflictivo, esto demuestra que el compromiso, el diálogo y la perseverancia pueden dar buenos resultados diplomáticos”, señaló.
Con esta firma la UE implementa su estrategia de cooperación entregando 18 millones de euros, unos 21,5 millones de dólares, para apoyar el objetivo de generar en Cuba para 2030 un 24 por ciento de electricidad en mediante energías renovables.
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Neven Mimica, comisario europeo de Cooperación y Desarrollo, explicó que otro de los objetivos es ayudar a las autoridades de la Isla a “atraer inversiones” extranjeras para el sector de la energía e “intercambiar prácticas” para avanzar en la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
Futuro
Los europeos también prevén entregar al régimen 19,65 millones de euros, unos 23,5 millones de dólares, para financiar un programa de apoyo a la seguridad alimentaria resistente al clima y sostenible en Cuba. Empezaría a partir de finales de año.
Bruno Rodríguez, canciller cubano, reiteró a Mogherini la tradicional posición cubana contra el embargo impuesto por EEUU. Subrayó además que el actual presidente Donald Trump “ha incrementado la agresividad en la aplicación extraterritorial de las sanciones contra bancos y compañías europeas”.
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La Habana busca un aliado en la UE frente a la Administración de Trump, que frenó la política de acercamiento impulsada por su predecesor, Barack Obama.
La UE, que también enfrenta a Trump en la cuestión del acuerdo nuclear iraní, opta por mantener su estrategia de diálogo con las autoridades del régimen como “la mejor manera de acompañar las transformaciones en Cuba”.
“Hay cambios simbólicos. Por primera vez, tenemos un presidente que no participó en la revolución, que no es un militar. Se necesita tiempo para medir el impacto que esto tendrá en la línea política del país”, precisó una fuente, que pidió el anonimato.
Redacción Cubanos por el Mundo