Todo transcurría como un día cualquiera para Rocío Martínez, una joven que vive junto a su esposo en una humilde vivienda cerca de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, pero lo que vio cerca de las 12 del mediodía del viernes 18 de mayo nunca se le borrará de su menta.
“Yo había lavado y estaba tendiendo la ropa”, dice la mujer quien está acostumbrada a sentir pasar aviones cerca de su residencia. “usualmente no me asombro porque ya estoy adaptada a verlos, pero por encima de mi casa no pasa nunca ningún avión, y este venía de frente.”
Rocío se refiere al Boeing 737 arrendado por Cubana de Aviación que se estrelló en un terreno cerca del aeropuerto y que dejó 110 personas muertas.
“La trayectoria que traía era como para caer en el pre o algo así. El motor que me quedaba a mano izquierda venía incendiado, y ya cuando va por aquí arriba hace un giro brusco, se inclina hacia un lado, y es cuando veo a las personas dando en las ventanillas.”, dice la joven al medio oficialista Cubadebate.
La mujer vio pasar muy de cerca el inmenso avión para luego escuchar el estruendo que se produjo con el choque contra el suelo. No lo pensó dos veces y echó a correr.
“Todavía pienso que es mentira. Me quedé fría, parada, lo he visto mucho en películas, pero aparte de que nunca imaginé ver eso, hay que echarse unos días para asimilarlo.”
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La mujer describe que el avión chocó con unos cables de luz. “Se los llevó todos y fue cuando cayó en picada”.
“Yo corría, gritaba, me mandé por la línea del tren en dirección contraria. A mitad de camino recapacité y viré, había dejado mi casa abierta y todo ahí. Fue entonces cuando tomé esta foto.”
Ella fue una de las primeras en llegar al lugar del accidente, incluso antes que los bomberos y policías.
“Había mucho ruido, muchas explosiones. No se veía nada que no fuese humo y candela. No me atreví a acercarme más.”
Aún impresionada, la mujer llamó a su marido para que acudiera al lugar y de ser posible ayudar a las labores de rescate, pues varios de los vecinos saltaron a lugar para comenzar a sacar cuerpos.
Pero los bomberos le recomendaron que no lo hicieran debido a las explosiones.
“El avión se partió al medio en la línea. Aquello fue muy feo”
El incidente del avión propiedad de Global Air, dejó una cicatriz mental a Rocío, quien ahora piensa en el dolor que pudieron sentir los 110 pasajeros que fallecieron.
Hasta los momentos no se ha determinado la causa del accidente, pero expertos afirman que el piloto del Boeing 737 supo maniobrar la nave para evitar que se precipitara sobre la zona poblada. Evitó miles de muertes.
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Redacción Cubanos por el Mundo
