Los cubanos siguen muy de cerca la evolución de las tres pasajeras que permanecen con vida tras el accidente aéreo del Boeing 737 de Cubana de Aviación. Tan sólo 3, de 113 personas, es el número de sobrevivientes de la tragedia aérea registrada el pasado viernes en el Aeropuerto José Martí de La Habana.
Tres mujeres que se debaten entre la vida y la muerte, son ahora la esperanza de cientos de familias cubanas para hallar un poco de consuelo entre tanto dolor. Según reseña EFE.
“Tiene a un mundo atrás pendiente a su mejoría, todos pidiendo porque salga de esto lo más pronto posible. Todas las bailarinas estamos aquí a toda hora, manteniendo la esperanza de que ocurrirá el milagro que se salve”, aseguró Ana Rosa Meneses, directora de la compañía flamenca Ecos, donde baila Gretell Landrovell, una de las jóvenes viajeras que permanece con vida tras el accidente.
Los pasillos y alrededores de los centros de salud donde están internadas las sobrevivientes concentran a conocidos y extraños que llegan para dejar sus palabras de aliento, solidaridad, además de ayudas de todo tipo, que va de comida hasta otros enseres.
Solidaridad
La joven habanera, que cursa sexto año en Ingeniería Industrial en la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE), ha sido junto a su familia y a las otras víctimas, el centro de atenciones y toda clase de gestos solidarios por parte de allegados, amigos y extraños.
“Aquí han venido personas que no conocemos a traer pomos de agua, de café. Aunque no los conozcamos, Cuba entera está sufriendo esto”, dijo Niurys Saborit, tía de la primera sobreviviente en ser identificada, Emiley Sánchez de 39 años, quien debe sobreponerse al 40 por ciento de quemaduras sufridas en el accidente.
Otro milagro
Maylén Díaz, de 19 años, también lucha por su vida en el Hospital Calixto García de La Habana, tras el siniestro donde perdió la vida su esposo, con quien viajaba en el vuelo DMJ-972, operado por Cubana de Aviación y que estrelló el viernes a las 12:08 hora local.
“Toda Cuba está pendiente de esta situación. El apoyo ha sido inmenso. Estamos muy agradecidos con todos. Nadie hubiera querido que pasara esta catástrofe, pero pasó y ahora tenemos que luchar por ella y por las demás. Es un milagro, un milagro grande, porque en las condiciones que ese avión quedó, estar aquí viva con nosotros es un milagro”, declaró Maylín Díaz, hermana de la pasajera.
Redacción Cubanos Por El Mundo