La crisis de Cubana de Aviación quedó al desnudo tras la catástrofe aérea del pasado viernes en La Habana, registrada pocos días después de la suspensión de una flota completa de aviones por parte de la Aeronáutica Civil cubana, hechos que se unieron para generar una “estampida” de los clientes, cancelando sus reservas de vuelos y renunciando a las famosas “listas de espera”.
“La noticia causó una estampida. Hubo gente que llevaba días en lista de espera que se fue al instante”, aseguró a CubaNet una empleada de la Terminal 1 de vuelos nacionales del Aeropuerto Internacional José Martí.
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Desde el pasado viernes una gran cantidad de pasajeros decidieron retirarse de las listas de espera para optar a un boleto de viaje, y en muchos casos cancelaron sus reservas para viajar por vía terrestre, en ómnibus.
Terminales concurridas
Esta migración se nota en la concurrencia de personas en las terminales de los ómnibus, un medio que en los últimos meses transportó a muchos pasajeros de Cubana de Aviación debido a la suspensión de sus vuelos, a pesar de que los usuarios pagaron por las ventajas de transportarse en avión.
“Como resultado del cúmulo de malas noticias en tan pocos días, según han informado varios empleados de la propia Cubana de Aviación, consultados al respecto, muchos clientes han decidido renunciar a sus reservas de vuelo o a las famosas y muy desagradables “listas de espera” y elegir otras vías de transportación para alcanzar sus destinos” asegura CubaNet.
Terror en el aire
Abidis López, un joven que vuela con frecuencia a Holguín, el destino del avión accidentado en la capital con 113 pasajeros a bordo, se siente afortunado de poder contar su dramática experiencia a bordo de los aviones nacionales, que en ocasiones “parecen partirse en dos”.
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“El avión hacía unos ruidos horribles, se estremecía que parecía iba a partirse en dos en cualquier momento, yo sentía que bajaba, que subía, que iba como de lado y sentía aquel trac trac trac como si se fuera a rajar. No era miedo, yo he viajado muchas veces en todo tipo de aviones pero aquello no era normal. Nadie salió a explicar nada, pero de lo que estoy seguro es que muchos llegamos temblando, hasta los pilotos”, relató.
Para Abraham González, ex funcionario del Ministerio de Comercio Exterior hasta la década de los 90, la responsabilidad de que hayan aviones o máquinas obsoletas y con desperfectos mecánicos operando en el espacio aéreo nacional, es principalmente del Estado.
“Cuando se realiza una compra del tipo que sea, más cuando se trata de aviones, un equipo de expertos debe viajar al lugar y certificar esa compra, es injustificable que a solo seis meses de explotación comiencen a detectarse cosas de ese tipo y no en un aparato, en todos. ¿Entonces, quién es más responsable? Por ahorrar unos centavos o por saltarse pasos importantes a veces se han hecho compras así”, lamentó el experto.
Redacción Cubanos Por El Mundo