Un túnel de 70 metros, con varios sacos de tierra dentro y un cable conectado a un bombillo, fue el último intento de un preso por conseguir su libertad de manera clandestina en una prisión de Roraima, en Brasil, donde pagaba una condena por homicidio.
El hombre murió el pasado sábado poco después de regresar a su celda, a la cual volvió desesperado tras sentir la falta de aire mientras cavaba en el profundo agujero. Según reseña de Jornal de Noticias.
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El joven Judson Cunha Evangelista, de 26 años, cavó por varios meses un escape subterráneo, el que abrió debajo del inodoro de una celda y alcanzó a alargar la extensión del pasadizo atravesando las paredes y vallas eléctricas de la Penitenciaría Agrícola de Monte Cristo, faltando unos pocos metros para llegar a la superficie.
Escape Masivo
Las investigaciones policiales apuntan a la hipótesis de que el prisionero planeaba cobrar a otros reclusos por utilizar el túnel en una fuga masiva.
Tras conocerse la existencia de un túnel en esa prisión, al menos 150 oficiales se desplegaron en el recinto para buscar el pasadizo secreto, el octavo encontrado en el recinto penitenciario durante los primeros meses del 2018. A los agentes les tomó 8 horas ubicar el túnel, que tras su hallazgo fue rellenado con hormigón.
Redacción Cubanos Por El Mundo
