La estrategia abierta del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), es que, antes de aprobar leyes que fomenten la igualdad como la del matrimonio homosexual, se logre primero la aceptación social. Pues, si de eso dependen las leyes para la comunidad LGBTI, se quedarán esperando. Aun en las regiones rurales de Cuba se resisten a aceptar a homosexuales y transexuales, según reseña Diario de Cuba.
Jorge Luis Martínez, el dueño de un taller de reparación de electrodomésticos en el centro de Pinar del Rio, manifestó que nunca se había visto tanto alboroto en la ciudad como con el desfile de la comunidad LGBTI..
“Ellos deberían guardar más la forma. Ya estoy maduro y sé el camino, pero en los muchachos, en las escuelas, ellos son más fácil de desviar”, señaló Martínez.
Y es que el cuentapropista se refiere al desfile de carrozas con travestis, banderas multicolores y personas ataviadas con pelucas verdes, para celebrar el Día contra la Homofobia y la Transfobia. La marcha por la diversidad recorrió en mayo la avenida principal de la capital pinareña. Ya antes se habían realizado dos semanas de jornadas a favor de la inclusión.
Mayelín Viñas, promotora de salud, aseguró que, aunque se haya avanzado, todavía queda mucha homofobia. “He escuchado comentarios despectivos en la calle sobre la marcha. La verdad es que actividades como la marcha no son para promover la homosexualidad sino el respeto”.
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Durante el desarrollo de la conga que convocó a 400 personas se escucharon comentarios. Desde los que pedían reflexión y respeto, hasta la desaprobación, la ironía y los chistes subidos de tono. En voz baja algunos sostuvieron argumentos religiosos sobre la identidad de género. No faltaron las muecas y las sonrisas burlonas.
Acciones
Para Mariela Castro, directora del CENESEX, todas las iniciativas sin el apoyo de la comunidad se convertirán en letra muerta. Se mostró satisfecha con las actividades en Pinar del Río.
La también diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular propuso, como parte de una reforma constitucional, que se elimine la definición del matrimonio como la unión de “un hombre y una mujer”.
Por otro lado, recordó que las operaciones de reasignación sexual hayan sido incorporadas al sistema de salud de la Isla. Pero destacó que todavía falta sensibilizar a sectores rurales de la población.
Carlos Rodríguez, un técnico pinareño de 42 años que se cruzó con la marcha, señaló que “en el mundo entero hace años que hay cosas así”.
“Nosotros poco a poco tenemos que interiorizarlo. Pero en un país subdesarrollado como el nuestro no lo vemos así, la gente está con la cara perpleja. Casi todas las ciudades de Cuba son muy conservadoras… y creo que cuesta adaptarnos a la idea”.
Redacción Cubanos por el Mundo