Después de ser designada la nueva Asamblea Nacional de Cuba el pasado mes de abril, la plenaria se reunirá por primera vez el 2 de junio. La sesión extraordinaria tendrá como fin iniciar el debate para la reforma de la Constitución. Y desde ya los disidentes levantan su voz para expresar la verdadera voz del pueblo, según señala Martí Noticias.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) fue el primero. Emitió un comunicado donde sugiere que se elimine de la nueva Constitución, la supremacía del Partido Comunista.
La organización independiente con sede en Madrid esboza ocho puntos a considerar. Para empezar, sugiere que la “pluralidad democrática, política, social y cultural de la sociedad cubana“, debe manifestarse en el nuevo texto.
Sin embargo, el régimen dejó claro que la reforma no supone un cambio en el sistema político.
Observaciones del OCDH:
- Cualquier reforma constitucional debe contar con una amplia participación y consenso social. Solo así podría considerarse legítimo un cambio en la ley fundamental.
- La nueva Constitución debe recoger la totalidad de los derechos humanos y establecer los medios o instrumentos concretos para garantizar y defenderlos.
- Recoger los compromisos y/o recomendaciones internacionales en materia de derechos humanos. Esos emitidos por el Examen Periódico Universal y el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que se incumplen de forma sistemática.
- Eliminar artículos antidemocráticos como el que consagra la supremacía del Partido Comunista. También los que limitan la libre asociación.
- Sacar los artículos que condicionan únicamente el ejercicio de derechos económicos y sociales, como la libertad de prensa, “a los fines de la sociedad socialista”.
- Establecer una verdadera independencia de poderes. Además garantizar el derecho a la propiedad privada, la libre iniciativa económica, la empresa, la equidad y la justicia social.
- El proceso de aprobación popular debe ser transparente. Que cumpla con los estándares internacionales. Que sea observado por organismos independientes de la sociedad civil.
“Pedimos a la comunidad democrática internacional que exija transparencia al gobierno cubano y que, en ningún caso, valide un proceso que se presenta como fraudulento desde su concepción”, señala el texto.
La actual Carta Magna se aprobó en 1976 y ya ha sido reformada en 1992 y 2002. Esta última iniciativa tiene su origen en el congreso de 2016 del Partido Comunista de Cuba.
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Redacción Cubanos por el Mundo
