Lo que ocurre con los venezolanos en este periodo de crisis a cargo del régimen de Nicolás Maduro, es sin precedentes. Trascendió que Jarlet Sánchez, exvicecónsul general de Venezuela en Houston, diplomático expulsado por las autoridades estadounidenses, no quiere abandonar el país, según una primicia de AP.
El caso de Sánchez es a típico. Se le ordenó que saliera de EE.UU., y se le indicó que tenía 48 horas para hacerlo. El ex diplomático no lo hizo y seis días después de anunciada la medida, Venezuela informó que se le había destituido. Ahora, además de conocerse que Sánchez no ha abandonado EE.UU., también se supo que tramita una residencia para inmigrantes conocida como “green card”.
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Sánchez espera quedarse permanentemente en Estados Unidos apelando a una cláusula, conocida como Sección 13. En ella se dice que las personas que ingresan al país como diplomáticos pueden solicitar una modificación en su estatus migratorio. Si se les concede, los diplomáticos pueden obtener la residencia permanente.
Opción
La cláusula fue creada durante la Guerra Fría. Algunos diplomáticos de países de Europa del Este que no querían regresar, se acogieron a ella.
Los diplomáticos extranjeros en Estados Unidos que no acatan las órdenes de irse pueden ser expulsados por la fuerza. Un punto que complica el estatus de Sánchez es que ya no ocupa su puesto. Por lo tanto, no tiene derecho a la inmunidad diplomática y otros privilegios inherentes a esa posición.
Aun sin estatus diplomático, la Sección 13 sólo requiere que los individuos hayan ingresado a territorio estadounidense como diplomáticos. Incluso pueden tener acceso a ella si sus visas especiales han expirado.
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Sin embargo, debe mostrar “razones convincentes” de por qué no pueden regresar a su país. Sánchez debe comprobar que no representar un riesgo a la seguridad y el bienestar de Estados Unidos. El hecho de que Sánchez haya sido declarado indeseable y se le ordenara irse, puede que no le permita comprobar ese punto.
Ur Jaddou, ex asesor legal del Servicio de Ciudadanía e Inmigración que ahora encabeza el proyecto de supervisión DHS Watch, señaló que la decisión “va a ser a discreción”.
“Tienes que demostrar que hay una razón convincente. No es un derecho”,sentenció.
Contexto
Sánchez fue declarado por EE.UU., como persona non grata el 23 de mayo en represalia por la decisión del presidente Nicolás Maduro de expulsar al encargado de negocios Todd Robinson y a su subordinado, Brian Naranjo, tras el cumplimiento de un proceso de votaciones sin garantías para que los venezolanos pudieran elegir un presidente.
El régimen venezolano acuda a los funcionarios estadounidenses de “conspirar contra el gobierno socialista al presionar a la oposición venezolana para que boicoteara los comicios”.
Estados Unidos calificó el proceso como una “farsa” porque no se permitió que sus principales rivales se postularan. Decenas de países en el mundo se refirieron con conceptos similares sobre el proceso.
Estados Unidos y Venezuela no intercambian embajadores desde 2010.
Redacción Cubanos por el Mundo