El problema de la vivienda en Cuba va más allá del déficit de espacios habitables, es una situación donde peligran las vidas de cientos de familias en el país, quienes residen entre las ruinas de viejos edificios a punto del colapso. En una esquina de La Habana Vieja, justo al frente de una estación policial, nueve familias viven junto a sus niños en una antigua estructura que se cae a pedazos.
“Este hueco hace cerca de 11 años que se cayó y este otro es de hace seis meses, nadie vino a ver qué fue lo que pasó. Escuchamos un ruido fuerte en la mañana y ni salimos a ver qué era porque a cada rato se caen pedazos del edificio”, dijo una de las habitantes a Martí Noticias.
El edificio está ubicado en las calles Dragones y Silueta, frente a la estación de la Policía Nacional Revolucionaria, cuyos funcionarios desfilan cada día por sus inmediaciones sin inmutarse ante los derrumbes que exhibe el edificio.
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Larga espera
Los afectados decidieron instalarse en la calle como medida de presión a las autoridades, para que atiendan su delicada situación. Fueron ignorados hasta el tercer día, cuando decidieron cerrar la calle.
“Nos dijeron que nada, que siguen buscando”, expresó una de las mujeres afectadas.
Según otro habitante, en el año 95 fueron convocados todos los inquilinos del lugar a la oficina del Historiador, donde presuntamente se les asignarían unos apartamentos en la zona 11, una promesa aún por cumplir.
Cerca de 20 personas integran a las nueve familias que peligran en el edificio, entre las cuales hay una recién nacida y otra menor de 12 años.
Redacción Cubanos Por El Mundo