Dinero en mal estado, mala atención, pocas sucursales y tarifas excesivas, esas son algunas de las quejas que presentan los cubanos que se acercan a las entidades bancarias en Cuba para cobrar las remesas enviadas por sus familiares en el extranjero.
De acuerdo con un artículo publicado por Iván García en Diario Las Américas, las oficinas de Western Unión vienen en decadencia. El Estado cubano no surte del efectivo suficiente y en los bancos tratan a las personas como animales.
Todos se quejan, pero en voz baja, nadie le dice nada a los trabajadores para evitarse problemas al momento de cobrar.
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Delia es una ama de casa cuya hija vive en Miami y mensualmente le gira dinero, pero cobrarlo se ha convertido en una odisea.
“Es el colmo de la ineficiencia. Hace tres días mi hija me giró un dinero desde Miami y todavía no he podido cobrarlo. Vivo en Alamar (a unos 15 kilómetros de Calle 23) y en las Western de por allá o no hay dinero o se cayó el sistema. El Gobierno, descaradamente, cobra los dólares que nos mandan nuestros familiares y además de que artificialmente valoran al chavito (cuc) por encima del dólar, no es capaz de gestionar con calidad el servicio. Mi hija se ha quejado en la oficina de Western en Miami y dicen que eso es responsabilidad de Cuba. Debieran cerrarla, pa’ver cuando no tengan dólares el llantén que forman”
Casos como este se repitan a lo largo de las inmensas colas que se forman frente a los bancos y oficinas de Western Union, que cada vez son menos las que operan por la falta de personal o efectivo.
“He pasado por siete oficinas de Western y solo estaban trabajando en la del Focsa, esta de la Calle 23 y la de Carlos III, donde había una cola que parecía iba a cantar Maluma”, cuenta Giraldo, un cuentapropista quien justifica el maltrato que recibe por parte de los trabajadores a la envidia que estos sientes.
“Yo recibo dinero todos los meses. Antes el servicio era bueno, pero ahora es un desastre. Están más tiempo parados que trabajando. A eso súmale que a veces los billetes que te entregan están viejos o rotos y los empleados te tratan como perros. Nos maltratan por envidia, pues tienen que trabajar ocho horas por un salario de mierda”.
Western Union está en Cuba desde 1999. En ese entonces el servicio era bueno, los cubanos cobraban sin problemas y el régimen se quedaba con su comisión. pero en los últimos dos años la atención se ha venido a pique, generando gran malestar en los usuarios.
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“Las irregularidades comenzaron hará dos años, debido a la informatización del sistema bancario cubano. Por dificultades en la conexión, que no es culpa nuestra, el sistema comenzó a caerse. En las sucursales pequeñas a veces falta dinero, pues funcionan con los pesos convertibles recaudados por las tiendas de divisas”, dice una funcionaria de un banco.
La mujer indica que al parecer el régimen tienen un plan para hacerle frente a esta situación.
“Se estudia entregar pesos convertibles del Banco Central para aprovisionar exclusivamente a las Western Union. Este verano el problema debe quedar resuelto”, explica, “la suma de dinero que entra a Cuba a través de Western Union forma parte del secreto bancario”.
De acuerdo con un estudio publicado por The Havana Consulting Group (THCG), el régimen ha dejado de percibir grandes sumas de dinero debido a sus sistema bancario, mismo que carece de una “infraestructura y tecnología necesarias para prestar servicios al mercado de remesas desde el exterior, que solo desde Estados Unidos en 2017 totalizó 3.575 millones de dólares anuales”.
Redacción Cubanos por el Mundo
