La nueva cabeza del régimen cubano, Miguel Díaz-Canel, está empeñado el resolver la crisis de vivienda en la Isla. Es por eso que fijó como objetivo incrementar la construcción de viviendas en un 42 por ciento para este 2018 y de esa manera comenzar a palear la crisis.
En porcentajes parece elevado, pero la realidad es que se estarían pasando de nueve mil casas a 13 mil, por lo que aún así no sería suficiente para atender la gran demanda inmobiliaria que hay en Cuba.
Reynold Miguel Díaz, subdirector general de la Vivienda del Ministerio de Construcción (MICONS), informó que estas cifras se planean alcanzar con el apoyo del régimen y las constructoras aliadas.
La escasez y el deterioro de edificios y casas es uno de los principales problemas que afectan a los cubanos y se agrava con cada ciclón o temporal, como el huracán Irma y la tormenta Alberto, que causaron graves destrozos en amplias zonas del país.
Reynold Miguel Díaz dijo que, en paralelo, se ha establecido el objetivo de incrementar este año un 46 por ciento interanual, hasta 12.881 unidades, la producción de viviendas construidas por ciudadanos con el apoyo del programa estatal de subsidios.
Durante décadas, el régimen ha delegado la responsabilidad de construir viviendas a las familias, aunque no les garantiza el acceso a materiales de construcción a precios justos.
En cuanto a las viviendas entregadas por el régimen, es habitual que los nuevos habitantes se quejen de graves problemas de terminación, como falta de losas en el suelo, ausencia de instalaciones sanitarias y filtraciones.
Cifras
Con una población de 11,6 millones de habitantes, Cuba cuenta con más de 3,8 millones de viviendas, de las cuales el 39% se encuentra en regular o mal estado técnico, según los más recientes datos oficiales.
El grave deterioro de muchos edificios hace que los frecuentes fenómenos meteorológicos que afectan al país provoquen numerosos derrumbes parciales o totales.
Redacción Cubanos por el Mundo