Un nuevo derrumbe en La Habana dejó 7 heridos tras desplomarse el balcón de un tercer piso en el que un grupo de jóvenes, entre ellos 3 adolescentes, se encontraban jugando dominó y escuchando música. La tragedia conmocionó a los vecinos del humilde barrio Portocarrero, en Arroyo Naranjo, el pasado sábado.
“Cuando los accidentados cayeron al suelo, muchos vecinos corrieron a sacarlos de entre escombros y el polvo. Tuvieron que brincar una cerca del apartamento del primer piso que tenía su portal cerrado”, apuntó una vecina a Diario de Cuba, quien aseguró ser testigo presencial de los hechos.
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El balcón formaba parte del tercer piso de un edificio de cinco plantas, el cual se vino abajo alrededor de las 8:00 de la noche del pasado 2 de junio. Los heridos fueron trasladados al Hospital Julio Trigo.
“Escuché un fuerte ruido, vi un remolino de polvo. Oí llantos y la algarabía de los vecinos”, testificó un familiar de los afectados bajo anonimato.
Otros dos balcones, los del cuarto y quinto piso amenazan con caerse, en los que puede apreciarse la humedad y el moho que ésta les produce.
Mala calidad
El edificio 11, que sucumbió tras las intensas lluvias de los últimos días, fue construido por microbrigadas a finales de los 80, levantados con acero de baja resolución, cemento no idóneo para edificaciones y arena contaminada, así lo explicó un funcionario del Ministerio de la Construcción (MICONS), con 40 años de experiencia en el área.
“Eran tiempos más difíciles que los actuales y se dieron muchos casos de desvío de materiales y contaminación de cemento para aumentar su volumen. A eso suma la poca experiencia constructiva, ya que muchos de los trabajadores serían luego los mismos moradores” justificó.
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Antecedentes
Dos días antes del colapso del balcón en Portocarrero, otra vivienda se derrumbó en Santiago de las Vegas dejando a dos personas heridas. La construcción que estaba deshabitada, se localiza en la calle Boulevard, donde circulan muchas personas.
Se estima que cerca de 11 mil habaneros viven en condiciones de insalubridad y riesgo de derrumbes, a la espera de una vivienda digna o que se le suministren materiales para las reparaciones.
Redacción Cubanos Por El Mundo