Muchos de los asesinatos de las mujeres cubanas fueron antecedidos por un largo historial de amenazas y maltratos, propinados por sus verdugos, amparados en el machismo social y la impunidad. El gobierno diseña tímidas campañas en defensa de la mujer sin penalizar las agresiones y proteger a las víctimas.
“La prensa estatal de la Isla no suele publicar noticias sobre homicidios o asesinatos. Guarda feroz silencio sobre los crecientes índices de violencia y sucesos en los que un porciento alarmante de las víctimas son mujeres con historiales de maltrato y amenazas”, señala Jorge Enrique Rodríguez, para Diario de Cuba.
En la actualidad existen 173 Casas de Orientación a la Mujer y la Familia de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), donde se han realizado una serie de estudios que señalan que las mujeres cubanas violentadas se sienten desamparadas por la impunidad y el incumplimiento de las leyes.
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Estadísticas
Según datos suministrados por el Anuario Estadístico de Salud del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), correspondientes al periodo entre 2014-2015, un total de 293 mujeres cubanas fallecieron por agresiones, sin precisar el grado de violencia que produjo los decesos.
Los cuerpos de seguridad son, en muchos casos, cómplices de la violencia física y psicológica, atribuyendo las agresiones a “problemas entre marido y mujer” y dando la espalda a las víctimas, en muchos casos cuestionadas para justificar los actos de violencia cometidas en su contra.
Fatalidad
La violencia de género sigue cobrando víctimas en la Isla. Cada año nuevas historias que parecen sacadas de una película de terror estremecen a la población. Rodríguez trae a la memoria el caso de “La China”, asesinada por “El Congo” en mayo pasado.
“En la tarde-noche del 20 de mayo, La China recibió en su celular una llamada de su examante amenazándola, otra vez, de muerte. Probablemente presintió que en esa ocasión la amenaza se convertiría en realidad y salió hacia la estación de Policía. Pero no alcanzó la calle, su expareja la interceptó y, con siete puñaladas, terminó con su vida”.
Así como ella, decenas de cubanas temen lo peor al no tener el apoyo estatal para escapar de sus agresores, tratando de sobrevivir a cada golpiza, persecución y amenaza.
Redacción Cubanos Por El Mundo
