Ser madre de seis niños es una realidad que la cubana Iriz Ruiz, actriz de teatro, jamás imaginó vivir. Tras varios años de lucha, confiesa lo que siente una madre cubana en medio de las muchas vicisitudes que debe sortear para sacar adelante a su familia en medio de la austeridad y las limitaciones. Según Diario de Cuba.
“Ser madre es, en cualquier lugar del mundo un acto único y maravilloso, pero ser madre en Cuba es como ser la representación del coraje propio. Es sobrepasar todos los retos, es decir todos los días, tengo que volver a empezar, tengo que volver a empezar de cero. Es además, saber recibir ayuda”.
La mujer, que vive junto a su esposo y seis hijos menores de edad, confiesa que asumir el desafío de levantar a tantos hijos requiere ser humildes para recibir el apoyo de propios y extraños, quienes, más allá de las fronteras inclusive, se solidarizan con su situación.
LEA TAMBIÉN: Madres cubanas lloran el inicio del año escolar por no poder vestir a sus hijos
“A veces por orgullo tu te dices, no, no, yo soy madre pero yo estudié y estoy preparada, como una mujer en este siglo, va a estar teniendo que necesitar ayuda y va a tener que esperar a que venga alguien de otro país a traerte un par de zapatos para tu hijo, y entonces uno recapacita, y dice si lo tengo que recibir, yo aquí también lucho”.
Amor y diversidad
Ser madre es amar a cada segundo, y si se tienen seis hijos, el amor se derrocha en cada rincón, a cada centímetro. Así lo relata Ruiz, quien resalta las distinciones en las personalidades de sus hijos.
“A unos les gustan hablar y que los escuchen, mientras que otros quieren que les hablen y les digan cómo hacer las cosas. Cada uno es una sorpresa, una bendición personal”, confiesa.
Los momentos más duros siempre han sido por enfermedad. En una ocasión a una de sus hijas le fue diagnosticado un tumor en el cuello, lo que ameritó un gran esfuerzo para cuidarla y lograr su recuperación.
Feliz
La lucha ha sido dura, reiteró Ruiz en cada afirmación. Sin embargo, ninguna dificultad supera a la felicidad que delata su sonrisa intermitente y el brillo elocuente de sus ojos cada vez que habla de su numerosa tropa.
El mismo amor responsable de haber mantenido en pie a varias generaciones de cubanos, pese a la miseria que arropa al país tras seis décadas de dictadura castrista.
Redacción Cubanos Por El Mundo