Develada la incógnita. Ante las posibilidades favorables de un abrazo o desfavorables de una reverencia con mirada a la cara; los líderes de EE.UU. y Corea del Norte estrecharon manos. De esa forma el presidente Donald Trump y el líder Kim Jong-un, iniciaron su histórica cumbre en el lujoso hotel Capella de la isla de Sentosa, en Sigapur.
Ambos mandatarios pasaron el día en las instalaciones del lugar en el que en este momento se desarrolla una reunión de alto nivel nunca antes concretada.
El primero en aterrizar el 10 de junio en la pequeña ciudad-Estado asiática fue Kim Jong-un. Llegó escoltado por un gran convoy, pero de buen humor porque hasta se tomó un selfie con uno delos anfitriones del evento.
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El mandatario norcoreano se desplazó en limusina para entrevistarse con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong. Cuando estuvieron juntos le agradeció “sus sinceros esfuerzos” para hacer posible “la histórica cumbre”.
Trump llegó horas más tarde y también se reunió con el primer ministro del país anfitrión.
Este por su parte, no fue tan cortes. Antes de desplazarse de Canadá a Singapur, el presidente estadounidense aseguró que sabría “desde el primer minuto”; si Kim habla en serio sobre la paz en la península de Corea.
Además, advirtió que si siente que la cumbre no funciona no estará dispuesto a perder el tiempo.
Agenda
Entre los tópicos a tocar entre los líderes de las potencias están:
- Amplios y profundos puntos de vista sobre el tema del establecimiento de las nuevas relaciones entre EE.UU. y Corea del Norte
- Un nuevo mecanismo de mantenimiento de una paz permanente y duradera en la península coreana
- La desnuclearización de la península de Corea
- Otros asuntos de mutuo interés, como lo exige el cambio de era
NOTICIA EN DESARROLLO
Redacción Cubanos por el Mundo