El médico Arnoldo de la Cruz, miembro de la organización opositora Cuba Independiente y Democrática, podría ser condenado de tres meses a un año de restricciones a su libertad o a multas, tras ser acusado por las autoridades cubanas del delito de “propagación de epidemias”, luego de decidir irse a casa tras ser transferido a un hospital sin condiciones óptimas.
“Llegaron a mi domicilio con ánimos de entablar algún tipo de combate, el policía se bajo de la ambulancia y empezó a hacer ejercicios de calentamiento como si estuviese buscando un enfrentamiento personal. Yo le manifesté mi inconformidad con esto y ellos insistieron en que tenían órdenes de una detención por este motivo, ordenada por el jefe de la policía municipal”, declaró el activista al Programa Cuba Al Día, citado por Martí Noticias.
Una citación del tribunal municipal de Palma Soriano, en Santiago de Cuba, le informó que su juicio comenzará mañana miércoles, imputado por el supuesto delito contemplado en el artículo 187 del Código Penal cubano.
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Enfermedad
El opositor comenzó a enfermar el pasado 26 de abril, presentando fiebre, condición que duró cinco días. Siempre estuvo alerta a los virus que están presentes en el vecindario, como el Zika y la Influenza (H1N7).
Poco después comenzó a sangrar por los dientes y días más tarde, le salieron manchas rojas en las piernas.
“Tenía una infección viral y las plaquetas estaban bajas. Consideré que podía ser portador de un dengue hemorrágico y solicité auxilio de un colega clínico en el cual confío y después de examinarme me dijo que concordaba con el diagnóstico que yo me había hecho”, explicó su esposa, técnico de laboratorio.
Tras el diagnóstico fue hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos del municipio Palma Soriano, pero extrañamente, el médico encargado lo remitió a un “hospital de campaña”, al que Arnorldo se negó a ir. Cree que la orden provino de la Secretaria de Salud, por motivos políticos.
Condena
La posible condena podría sancionarlo con limitación de su libertad de 3 meses a un año o cuotas de 100 a 300 pesos, o ambas.
“Legalmente no he podido hacer el contrato de ningún abogado porque ellos llevan el proceso por un mecanismo que se llama ‘testado directo,’ donde yo mismo tengo que hacer mi función de abogado, yo soy el que tengo que presentar los testigos y pruebas”, critica Arnoldo.
Redacción Cubanos Por El Mundo
