El conductor responsable de arrollar a una anciana de origen cubano al noroeste de Miami el pasado domingo en la noche, se entregó este jueves a las autoridades de una manera un tanto peculiar. El joven coincidió en un restaurant con un grupo de policías que almorzaban en el lugar, a quienes se les acercó para confesar su crimen.
El chofer del vehículo Pontiac negro que acabó con la vida de Hilda García a sus 77 años, fue identificado como Ricardo Alexander González, quien reconoció a los oficiales que antes de provocar la tragedia fumó un cigarrillo de marihuana. Según informó América Te Vé.
La anciana encontró la muerte de manera violenta al intentar atravesar la intersección de la calle 9 y la avenida 37, en la zona de Flagami, muy cerca al supermercado que frecuentaba todos los días.
Reacción
Mireya Bolaños, hermana de la víctima, aseguró que en varias ocasiones había visto al sujeto que atropelló a su familiar en el supermercado y sus inmediaciones.
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“Yo lo vi muchas veces en el Shopping Center, es una persona adicta a las drogas. Nuestra familia sigue destruida porque eramos bien unidos pero por lo menos el no va a seguir destruyendo a más familias, a más vidas”, dijo la pariente.
Detención
Una jueza de Miami ordenó la detención de González luego de que tras arrollar a la cubana huyó de la escena y se dirigió a la casa de su abuela, donde según testigos, el conductor del Pontiac junto a otro sujeto le quitaron a golpes el limpia parabrisas al auto y lo tiraron en la basura, pieza que se había dañado tras impactar contra la anciana.
El autor del arrollamiento aseguró que vendió el vehículo en 200 dólares para convertirlo en chatarra, y fue enviado a una compañía de metales en Georgia.
Redacción Cubanos Por El Mundo
