Un sujeto salió a trabajar en Oregón el pasado 16 de junio, como cada mañana, sin sospechar que ese día ganaría el premio mayor de la lotería. Una fortuna que consiguió de una manera algo inusual estando en una tienda 7-Eleven, cuando un empleado imprimió dos boletos por error, y para enmendar su falta, le sugirió comprarlos a uno de los clientes.
Ese cliente fue Charles Svitak, quien ante la oferta aceptó comprar sólo uno de los boletos y tras avanzar hacia su salida, una corazonada le hizo cambió de parecer y regresó por el otro boleto, que significaría el salto a una nueva vida con un premio de 7.3 millones de dólares en el juego Megabucks de Oregon. Según informó KDRV.
Sorpresa
Poco después, el afortunado ganador no podía ver lo que veían sus ojos tras chequear los resultados de la lotería.
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“Cuando revisé el boleto en mi computadora, no podía creerlo. Lo primero que pensé es que había trabajado mi último turno en el cementerio”, confesó.
Svitak contuvo su estallido de emociones y salió de la casa a cobrar el premio sin que su esposa supiera nada. En su regreso a casa decidió comprar una camioneta, la cual adornó con el cheque ganador antes de mostrarla a su esposa.
“En el camino a casa conseguí una camioneta nueva y puse el cheque extra grande que me dieron en el parabrisas. No ha dejado de sonreír desde entonces”, declaró el hombre.
Redacción Cubanos Por El Mundo
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