Régimen arresta a “administradores” y el pueblo cree que se hace justicia

El mensaje de la mano dura del régimen en contra de los ciudadanos corruptos, parece que es lo único que les trae esperanza a los cubanos. Al parecer muchos conciben como un acto de justicia, perseguir a quienes producen dinero. De allí que vean con buenos ojos los recientes arrestos de la dictadura contra los administradores.

Nelson Rodríguez Chartrand, articulista del Panam Post, asegura que el régimen le echa la culpa del desabastecimiento a los “corruptos e inescrupulosos administradores”, irónicamente asignados por el mismo sistema comunista.

Destaca el caso de los cuatro rastros del municipio de La Lisa, donde se venden los escasos materiales de construcción. Recuerda que se llevaron detenidos a casi la totalidad de los que allí trabajaban; de los cuales una gran parte serán presentados en tribunales.

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Alteraciones de precios, reducción del peso, adulteración y pésima calidad de los productos; son las irregularidades que se intentan resolver. Lo que no se atiende es la crisis de desabastecimiento que provoca este grupo de acciones corruptas.

El régimen califica al tipo de los cubanos arrestados como “enemigos del pueblo”. Omiten que solamente tratan de sobrevivir en la crisis que provoca el sistema; aunque sus acciones sean reprochables.

“A la hora de tomar revancha, los cubanos no consideran que las acciones de los administradores son el último eslabón de la cadena de falta de producción y de la mala distribución de un régimen que prioriza sus intereses y entre ellos no está el pueblo. ‘Ahora sí que las cosas van a coger el camino correcto’, es el comentario que más se hace escuchar en las calles; y eso es increíble viniendo del mismo pueblo que pasa hambre”, señala el columnista.

Calma

Rodríguez Chartrand, recuerda que la ideología comunista obliga a los funcionarios del régimen a actuar según el ánimo del pueblo. “Esta vez lo hicieron muy bien. Cuando creen que la calma está en juego se lanzan una de persecución”, resalta.

“Sin embargo, el pueblo de Cuba debe comprender de una vez y por todas, que de sus gobernantes no puede esperar nada bueno. Los 60 años que han estado en el poder son suficientes para saber que su vida ostentosa la tienen a costa del sacrificio del pueblo”, explica.

A su juicio, la solución está en el reconocimiento de la propiedad privada a todos por igual, que es la madre de todas las libertades. “En Cuba no es que no exista la propiedad privada; sino que es un exclusivo de la más selecta élite gobernante”, concluye.

Redacción Cubanos por el Mundo