¿Es Ketty o Katty? Parece que Fresneda, la finalista cubana de MasterChef, está en dos lugares al mismo tiempo. ¿Estará en Madrid preparándose para el concurso o en La Habana tomándose selfis con sus fans?
La verdad está en ambos lugares. Eso es lo que logra hacer una persona que tiene una jimagua, como le llaman Cuba. Y así es como ha vivido siempre la famosa cubana que trascendió en el concurso de talentos de la Televisión Española; según reseña EFE.
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Nadie cree que pueden ser dos mujeres diferentes. Ketty Fresneda participará el próximo lunes en la final del concurso en Madrid, mientras que su gemela idéntica Katty de 28 años, atiende a sus fans en La Habana.
Y es que seis años después de mudarse a Pontevedra sin grandes expectativas laborales, Fresneda avanza hacia el estrellato ante los fogones; no sin la ayuda de su hermana que atiende a sus seguidores.
“Ahora salgo a la calle y la gente me atacan. Les digo que no soy ella sino su hermana y me responden: ‘no mientas, lo dices porque no quieres fotos’. Al final siempre tengo que sacar mi celular para demostrarlo “, explica entre risas Katty.
Desde su domicilio del barrio de La Coronela al oeste de La Habana recuerda la tranquilidad en la que vivía, hasta que su hermana se hizo un lugar entre los 15 aspirantes de MasterChef 6. En La Habana la joven licenciada en optometría, escogió sobre esta profesión, la de ama de casa.
Idénticas
De pequeñas nadie las podía diferenciar, la única que podía hacerlo era su mamá. Las personas, las llamaban las KattyKetty. Más de veinte años después están de nuevo en lo mismo.
“Hace poquito estuve en el supermercado y uno me dijo, ¡Ketty! Y lo saludé como si fuera Ketty, porque no tenía tiempo de explicar que no era Ketty. Le di unas palabras de agradecimiento y seguí caminando”, cuenta Katty.
Concurso
La participación de una cubana en MasterChef ha desatado una auténtica fiebre por el concurso en Cuba. Consiguen los capítulos con una semana de retraso a través del paquete.
Ese no es el caso de Katty, que paga más de 100 dólares al mes a cambio de una conexión relativamente estable. Esto le permite dar aliento a su hermana mientras esta trocea, sofríe, adereza y capea; con feroces rivales o irritantes miembros del jurado al otro lado de la pantalla.
Redacción Cubanos por el Mundo
