Un pan puede salvar el desayuno de cualquiera. Por eso es tan deseado y valorado por los cubanos. Pero tener al día la libreta de abastecimiento no garantiza la calidad de los productos. Los vecinos de la provincia de Artemisa denuncian el pésimo estado en el que tienen que comprar este producto alimenticio; según reseña CubaNet.
Se llega con olor y sabor a cucaracha, no contiene grasas, a veces contiene hasta excremento de gallina. Los vecinos lo califican como “malo, malo”. La respuesta sobre esta condición es que se debe a la harina, pero ya los consumidores no creen esa leyenda.
Bárbara Alfonzo, cuentapropista de la provincia, asegura que, al no contener grasa, el pan se desborona en las manos cuando lo abren para intentar rellenarlo.
También se quejan de que si quieren desayunarse un pan deben hacerlo por la tarde porque el cargamento nunca llega temprano en la mañana. Y para ello se excusan de que no hay transporte.
Más quejas
Las asambleas de rendición de cuentas ya están al tanto de esta irregularidad, pero los delegados poco pueden hacer. No dan respuestas ni presentan solución. El pan sigue llegando tarde y con olor y sabor a cucaracha.
“En las reuniones nos hemos quejado millones de veces y lo más extraño es que después de eso mejora una o dos veces. Luego otra vez vuelve el mismo martirio”, señala Alfonzo.
Las familias se quejan porque no tienen dinero para comprar el pan liberado. Muchas veces los niños se van a la escuela sin el alimento en sus estómagos.
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Redacción Cubanos por el Mundo
