Pareciera que no se fueran a detener nunca. La dictadura castrista no se cansa de perseguir y arremeter en contra de los periodistas independientes. Su última saña fue en contra del periodista independiente Manuel Alejandro de León Velázquez, reportero de audiovisual. Oficiales de la policía política lo arrestaron junto al opositor Alexander Rodríguez Santiesteban.
Rolando Rodríguez Lobaina, jefe de De León Velázquez; informó que ambos habían sido detenidos en la localidad de Guaro, municipio de Mayarí, en la provincia Holguín. Aseguró que estos arrestos se suman al del reportero Eider Frómeta Allen, en la ciudad de Guantánamo.
“La semana pasada se efectuó un ataque violento por parte de los paramilitares a un reportero en la calle, el caso de Frómeta Allen. Todo es parte del ataque de la Seguridad del Estado a la prensa no oficialista en Cuba”, explicó Rodríguez Lobaina.
Consecuencias
Allen denunció al salir de su arresto que le fueron confiscados una cámara fotográfica modelo 4K y otros medios de trabajo. Denunció que recibió una fuerte golpiza y lo amenazaron con llevarlo a la cárcel.
Lobaina también citó el caso del joven católico y biólogo de profesión, Juannier Rodríguez Mato. No lo dejan salir de Baracoa, su municipio de residencia. El muchacho laboró como uno de los principales reporteros hasta el año 2016. Ha sido arrestado en diversas ocasiones y devuelto a su localidad de origen.
“Tiene una cláusula por el Ministerio del Interior (MININT) que no le permiten salir del municipio Esa medida no está ni dictada ni firmada por ningún juez, lo que constituye un acto arbitrario por parte de las autoridades”, concluyó Lobaina.
Más amenazas
Al periodista Rafael Gordo Núñez que escribe para una revista independiente, le hicieron las mismas amenazas. Lo citaron en Inmigración, pero al llegar lo montaron en un auto y lo llevaron hasta un un sitio apartado en Camagüey; punto entre Sibanicú y Vertientes. Allí mientras lo interrogaban le ofrecieron hasta “hasta 30 años” de cárcel.
Según estipula el código penal cubano, una sanción de tal envergadura solo podría ser usada si la persona viola la Ley 88. Esta ley se conoce como Ley Mordaza, que no se aplica en la isla desde la fatídica Primavera Negra, en 2003. Entonces el régimen castrista llevó a la cárcel a 75 opositores, entre los que se contaban unas dos decenas de periodistas independientes.
A Roberto de Jesús Quiñones le hicieron lo propio en Guantánamo. Al periodista y abogado abogado independiente, colaborador de medios digitales, le allanaron la vivienda y lo arrestaron con las manos esposadas a la espalda.
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Mientras estaba retenido saquearon su casa. Se llevaron materiales de construcción, equipos de trabajo y dinero. También artículos personales de su esposa, no relacionada con su labor periodística.
“Los interrogadores señalaron a Quiñones como un contrarrevolucionario. El epíteto preferido para acusar a quienes se oponen al régimen castrista”, señala Lobaina.
“Los oficiales me aseguraron que a partir de ahora iba a sentir lo que es la represión con más fuerzas. En fin, las mismas amenazas de siempre”, refirió Quiñones.
Redacción Cubanos por el Mundo
