Científicos, universidades y hasta investigadores independientes han tratado de descifrar el misterio de los “ataques acústicos” ubicados en Cuba a principios del año pasado. Este fenómeno afectó a diplomáticos y turistas estadounidenses y ha sido el culpable de la disminución de las operaciones consulares en La Habana; según reseña el Nuevo Herald.
Kenneth Merten, embajador y vicesecretario adjunto de Estado interino, le informó a la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) se unirán al trabajo investigativo.
Esta decisión se asume en respuesta a la solicitud que hicieran líderes del Congreso. Entre ellos: Ed Royce, un republicano de California y presidente de Relaciones Exteriores de la Cámara. Además de su homólogo demócrata Eliot Engel, de Nueva York. Ellos pidieron al Departamento de Estado que reclutara a la organización para enviarla a La Habana.
La idea es reforzar el grupo de trabajo creado por el Secretario de Estado Mike Pompeo que investiga los inexplicables incidentes de salud que aún afectan a sus víctimas.
“No sé si todavía tienen planes de viajar Cuba, pero su participación en esto es relativamente reciente. Aunque existe la posibilidad de que puedan involucrarse más”, adelantó Merten.
Este movimiento indica la necesidad de Estados Unidos de establecer una hipótesis concreta sobre lo que ocurrió con los sonidos que han producido dolores de cabeza, pérdida de audición y otras enfermedades misteriosas en Cuba y China.
Contexto
Los “ataques acústicos” pusieron fin a dos años de descongelamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Estados Unidos se pregunta si Cuba está regresando a las tácticas de la Guerra Fría. No acusa directamente a Cuba por producir las enfermedades, pero considera al régimen cubano responsable de no garantizar la seguridad de los diplomáticos estadounidenses.
Por su parte Cuba, ha negado ser responsable y acusó a los Estados Unidos de difamación. El gobierno chino ha advertido a Estados Unidos sobre la politización del caso.
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Una investigación que el FBI ha llevado a cabo por un año no ha hallado la causa de los incidentes.
La administración Trump expulsó de Estados Unidos a casi dos tercios del personal de la embajada de Cuba. Antes había sacado a 26 diplomáticos estadounidenses de la embajada de EEUU en La Habana.
