Este lunes, la aerolínea mexicana Global Air, propietaria del avión siniestrado el pasado 18 de mayo en La Habana, aseguró que el accidente aéreo respondió a un “fallo humano” de los pilotos, al haber despegado con “un ángulo de ascenso muy pronunciado”. Según reseña EFE, calificaron de “ilegal” la suspensión de actividades de la compañía.
A través de un comunicado, Manuel Rodríguez, director general de Global Air, informó que tras las investigaciones desarrolladas por las autoridades cubanas, se reveló que “la tripulación despegó la aeronave con un ángulo de ascenso muy pronunciado, creando una falta de sustentación que trajo como consecuencia el desplome de la aeronave”, dejando 112 muertos.
También en su misiva, Rodríguez consideró “ilegal” cómo las autoridades mexicanas suspendieron las actividades de su empresa, producto de acciones motivadas por la “incompetencia y mala fe” de cuatro funcionarios y dos extrabajadores.
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Sin embargo, el siniestro “era algo anunciado” considerando las condiciones “absolutamente inseguras” en las que volaba la compañía, según reveló un antiguo piloto y un exsobrecargo de la empresa.
“Posteriormente a estas declaraciones, la autoridad aeronáutica manda suspender las actividades de la compañía sin saber las causas del accidente, pero con las declaraciones histriónicas y mediáticas de los dos exempleados, posiblemente buscando un beneficio oculto”, señaló.
Ya antes del accidente, Global Air tenía una gestión manchada, que se incrementó ante su negativa a ofrecer declaraciones a los medios y no disponía de página web ni de redes sociales activas.
Al accidente, solo sobrevivió Mailén Díaz Almaguer, quien se encuentra estable y responde favorablemente al tratamiento, aunque su estado es “crítico” debido a afectaciones respiratorias, señaló un informe médico el pasado 4 de julio.
Redacción Cubanos por el Mundo
