Omara Ruiz Urquiola, paciente del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR) y profesora universitaria, dijo a Martí Noticias que el incendio del centro salud pudo haberse evitado si existiera el debido mantenimiento de sus instalaciones y las reparaciones necesarias del cableado eléctrico.
“Allí se han hecho determinadas reparaciones a lo largo de los años, y han dejado toda la cablería original anterior expuesta, y sobre esa misma cablería han puesto la nueva instalación eléctrica. Por eso son recurrentes los incendios a partir de cortocircuitos en el INOR. Hace dos años el ala donde está quimioterapia ambulatoria, donde yo me atiendo, se quemó”, comentó Ruiz Urquiola.
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Con el incendio del Hospital Oncológico, serían dos accidentes de este tipo que se registran en centros de salud cubanos, pues el pasado domingo en Cienfuegos, el hospital provincial también sufrió un siniestro de menor proporción.
Urquiola, asegura que el INOR de La Habana, es una institución que está colapsada en sus infraestructuras y que los salones nuevos de operaciones se han cerrado por contaminación en disímiles ocasiones.
Las autoridades lo que hacen siempre es buscar una brigada de mantenimiento para “poner parches, la manipulación de los balones de oxígenos es irresponsable. En el área de medicina nuclear ha tenido escapes”.
“Las infraestructuras hidráulicas están colapsadas, al punto que el mal olor de los baños causa náuseas adicionales a los pacientes que acuden a recibir quimioterapia, y los obliga a vomitar, una y otra vez” explicó Ruiz Urquiola.
Discriminación
Omara Ruiz Urquiola, describió también la discriminación que existe entre el área de atención a los pacientes cubanos y el área de pacientes extranjeros:
“Es impresionante, porque cuando uno llega a ese edificio destinado al turismo de salud está en otro hospital. Está limpio, ahí hay vegetación ornamental. Uno puede ver los restos en los carros de la comida que se les ha servido a esos pacientes y no tiene nada que ver con las bandejas de comida para los pacientes cubanos”.
Además agregó que el trato de los médicos y enfermeras en esa área privilegiada del hospital es especial aunque aclara que muchos de esos pacientes son autofinanciados y aportan dinero al sistema en divisa convertible.
“El trato es deferente, un trato complaciente, con beneplácito, con amabilidad, no es un trato grosero, ni apurado”. Resaltó.
Otros vienen a tratarse en el INOR porque son de partidos de izquierda, organizaciones amigas del gobierno cubano, y sus tratamientos son gratuitos, detalló.
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Redacción Cubanos por el Mundo
