Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), calificó que la dictadura de la familia Somoza en Nicaragua fue “menos cruel, perversa y criminal que la de Daniel Ortega”.
Su afirmación se basa en que Somoza disparó a una bandada de estudiantes y cuatro murieron por ello; pero ahora, en pleno siglo XXI, Ortega ha enviado a sus parapolicías a matar a estudiantes y a impedirles el paso en los hospitales.
Las declaraciones fueron ofrecidas durante un foro realizado en la Universidad Centroamericana (UCA), para recordar la “masacre estudiantil” del 23 de julio de 1959. La fecha de ese acontecimiento es el día en el que Nicaragua celebra el Día Nacional del Estudiante.
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Núñez, quien sobrevivió a la “masacre estudiantil” de hace 59 años en la ciudad de León, señaló que luego de la masacre el presidente Luis Somoza los hospitales abrieron sus puertas y el gobierno envió sangre para los heridos.
A diferencia del régimen de “Ortega que ha cerrado los hospitales. La ministra de Salud Sonia Castro impidió que atendieran a los universitarios. La directora del Hospital Alemán se paraba en la puerta. El niño Álvaro Conrado después de andar de hospital en hospital llegó a morir al Bautista”, cuestionó Núñez.
Datos
Según organizaciones humanitarias nacionales e internacionales, los actos de represión de Ortega contra estudiantes y otros manifestantes han dejado entre 277 y 351 muertos desde abril pasado.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado a Ortega de graves violaciones de los derechos humanos. Así como “asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias”. Todo eso el régimen de Ortega ha rechazado.
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La activista de los derechos humanos llamó a los estudiantes que protestan contra Ortega a no arriesgar su vida. Sin embargo, los instó a “no dejar que esa llama se apague”. Y a sus contemporáneos a apoyar a los jóvenes en su causa.
Redacción Cubanos por el Mundo
