El borrador de la reforma constitucional está aprobado y será consultado con las bases del Partido Comunista durante tres meses. Eso es lo que dice el régimen. Pero los activistas cubanos en el exilio ya lo estudiaron. Concluyen que la reforma es una maniobra encaminada a “legalizar el régimen de los militares”, según reseña EFE.
Dos de los grupos del exilio en Miami coinciden en que la inminente reforma de la Constitución cubana, liderada por el exgobernante Raúl Castro, se enfoca en “proteger los intereses” y el “poder de la familia” de la familia dictatorial.
Orlando Gutiérrez, secretario general del grupo Directorio Democrático, aseguró la reforma de la Constitución esconde un objetivo primero; establecer un “Gobierno de militares, de generales, supervisando a cargos técnicos para el mejor manejo por la nueva generación de los Castro”.
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A su juicio de Gutiérrez, con la anunciada reforma constitucional, el Consejo General de Defensa se convierte en el gobierno “de facto” en la isla; debilitando así el poder civil.
“Bajo ningún concepto se puede definir ese texto como una Carta Magna. Una Constitución es una carta de derechos que limita los poderes del Estado frente a la soberanía del pueblo y los derechos individuales; algo ausente en la cubana. Esto es un burdo intento de reeditar el manual para hacer más efectivo el Estado en la opresión del pueblo cubano”; sentenció.
Sistema
Por su parte, Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, sostiene que esta reforma constitucional no conlleva ninguna modificación del sistema político comunista en la isla caribeña.
“Sospecho que Raúl Castro quiere crear el puesto de primer ministro para alguno de sus hijos. Serà para Alejandro o Mariela, o a algún incondicional de la familia. La reforma tiene como objetivo “darle protección a los intereses y seguridad de la familia Castro”, señaló.
Explicó que “no es que el dictador actual Miguel Díaz-Canel no sea un incondicional de Castro”; sino que se está blindado por si, una vez que Castro desaparezca, Díaz-Canel quiera poner en marcha ideas que sean un “problema para la seguridad de los Castro”, aventuró.
Señaló que la exclusión de la palabra comunismo del texto constitucional es una simple “táctica”. El Partido Comunista sigue siendo el único autorizado y ejerce como “rector de la sociedad cubana”.
“Es un insulto a la inteligencia y una manera virtual de aparentar condiciones de una revolución progresista que ha liberado a los cubanos. En la realidad no hay nada de eso”, concluyó.
Fraude
De la misma forma, la opositora cubana Rosa María Payá, hija del disidente fallecido Oswaldo Payá Sardiñas, aseguró que la anunciada reforma constitucional le sirve a la dictadura para dos cosas. La primera, la dictadura “necesita desesperadamente legitimarse ante el descontento del pueblo”. La segunda blindarse ante la “inminente desaparición física de los llamados ‘líderes históricos'”.
Opinó Payá que todo el proceso de la reforma es un “fraude” y “carece de garantías”. Destacó que los “redactores del anteproyecto”, miembros de la Asamblea Nacional, “no han sido elegidos por los ciudadanos cubanos” ni hay posibilidad de hacer campaña, ni presencia de observadores independientes.
Pero además, agregó, “gane el sí o gane el no, el resultado es el mismo: Partido Comunista a perpetuidad”. Y eso dado que la dictadura ya ha dejado clara la irrevocabilidad del socialismo. Así como la autoridad del partido comunista como “fuerza rectora de la sociedad y el Estado”.
Redacción Cubanos por el Mundo