¿Sería una equivocación? Una llamada anónima alertó a la policía de que un sospechoso estaba merodeando en un negocio. Los oficiales acudieron y sin mediar palabra interrogaron al dueño del local de limonadas. Se trata de un hombre de origen afroamericano que tiene su comercio en San Francisco, EE.UU.
Viktor Stevenson, comerciante, manifestó que la Policía lo interrogó en su propio local al considerarlo un posible ladrón. El hecho se produjo cuando ingresaba en su propia tienda para llevarle limonada a un amigo. Los agentes lo abordaron cuando hablaba por teléfono con la compañía de seguridad que protege su local.
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“Cuatro policías saltaron de la patrulla sobre mí con sus armas casi desenfundadas. Tomaron mi identificación frente a mi propio negocio. Esto del racismo está fuera de control, pero no me detendrá”, escribió el hombre en Facebook.
La razón de los funcionarios fue: “a veces la gente no es quien dice ser”.
Deber
“No espero recibir disculpas de la Policía. Esos efectivos solo estaban haciendo su trabajo. Pero la gente no debería alertar a la Policía tras considerar sospechosa a una persona por el mero color de su piel o su ropa. Un hombre de color vistiera un abrigo, un sombrero y una cadena no lo convierte en criminal”.
Redacción Cubanos por el Mundo
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