La diferencia entre los inicios de la revolución de los Castro en 1959 y los tiempos actuales con respecto a la reforma cultural, en donde la educación ha sido la base para perpetuar el socialismo y por ende lograr el control estatal, es que con la actual reforma constitucional, los cambios vienen como forma de decreto de ley.
Lo que significa que toda iniciativa por fuera del programa autorizado, termina regulada, cancelada o expropiada, como fue el caso del Festival Rotilla, reseña PanAm Post.
Diddier Santos Moleiro, el productor artístico que terminó preso, y ahora exiliado, por exigir ser parte del festival que él mismo ayudó a crear declaró para el cita medio y explicó las graves consecuencias para los artistas independientes de Cuba con el decreto 349.
¿En qué consiste?
El decreto ley 349 pretende crear o actualizar una ley para llevar la censura a otro nivel, en este caso la manera es aplicarla de forma legal y constitucional, y esta estará respaldada por autoridades jurídicas.
Esto sucede porque en Cuba, las leyes se emiten en forma de decreto y no consenso, porque no se cuenta con la sociedad a la hora de aprobar o proponer leyes.
La Asamblea Nacional que pertenece en su totalidad al Partido Comunista inventa medidas legales para defender su hegemonía aplicando la ley a su favor en todos los casos.
¿Por qué es tan importante la cultura para la revolución?
El régimen castrista siempre ha manipulado y utilizado a los artistas, siempre y hasta cuando estos no propongan un pensamiento o un mensaje que denuncie sus atrocidades, a lo largo de la dictadura.
Se conocen casos de artistas que han sido cómplices de asesinatos y de injusticias.
También hay casos que han enfrentado al régimen y han sufrido las más crueles consecuencias, desde censura hasta prisión; además de ser sometidos al ostracismo total, llevando a tomar decisiones difíciles para un creador, como el exilio y la renuncia a seguir haciendo arte en muchos casos.
Riesgos para los artistas independientes
Toda persona que piense diferente dentro de la dictadura castrista corre peligro y el riesgo de ser objetivo prioritario del aparato represivo. Los artistas también y es incluso más complicado, un artista en principio no está preparado para discutir de temas relacionados al arte con un agente del ministerio del interior ni al revés.
Tampoco estan preparados para lo que representa ser enemigo del Estado por hacer arte.
Su experiencia personal
Diddier Santos Moleiro cuenta su experiencia personal como “sufrimos el robo del festival independiente más importante y grande que ha existido en Cuba hasta el momento Rotilla Festival”.
En aquel momento no había una ley que regulara la realización de eventos públicos ni la participación de artistas en ellos. Imagino los decomisos y la cárcel para nosotros y muchos de los técnicos participantes.
El decreto Ley 349 viene para evitar o para regular ese tipo de espacios.
Afectará a todos los artistas pero mayormente a los artistas independientes y los artistas autodidactas, pues todo aquel que no esté regulado por una entidad de cultura no podrá presentar ni exponer su arte si no está autorizado con los permisos pertinentes.
También si alguien tiene un espacio cultural-comercial no podrá presentar a artistas que no estén dentro del organismo cultural pertinente o a lo mejor si no es un artista contestatario puede sobornar a los inspectores y ahí entramos en otra fase, la corrupción.
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Redacción Cubanos por el Mundo
