El periodista independiente e historiador, Boris González Arenas fue dejado en libertad la tarde del pasado domingo, después de ser retenido sin acusación en una estación de la Policía del municipio Cotorro.
De acuerdo con Diario de Cuba, a su salida, recibió una multa de 150 pesos, según ha informado en un comunicado la Comisión de Derechos Humanos del Partido Demócrata Cristiano de Cuba.
Arbitrariedad
Boris González Arenas había sido detenido el sábado frente a su casa, en el Vedado, por funcionarios cómplices de la dictadura cubana, pertenecientes a la Seguridad del Estado y de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), cuando salía a llevar a su hijo a jugar fútbol.
Según informó el activista Oscar Casanella, el jueves pasado González Arenas había recibido una citación para presentarse el viernes 3 de agosto a las 2:00PM, con su carnet de identidad, en las oficinas de Inmigración.
González Arenas no acudió a la citación por considerar que no cumplía con los requisitos de tiempo y forma establecidos por la ley, por lo que a su juicio esta pudo haber sido la causa de la detención.
Por su parte, Juliette Fernández Estrada, la esposa de González Arenas, desde el momento de su arbitraria detención había estado llamando a distintas unidades de la Policía sin obtener respuesta por parte de las autoridades acerca del paradero de su esposo.
El domingo, pasadas las 11:00 de la mañana, finalmente supo que González Arenas estaba en la estación de la PNR del Cotorro, pese a que el sábado mismo había llamado a esa estación y le negaron que el detenido estuviera allí.
El oficial de la PNR del Cotorro no supo decir a Fernández Estrada la razón de la detención de su esposo.
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Redacción Cubanos por el Mundo