Las fallidas políticas económicas del régimen le siguen pasando factura al pueblo cubano, al punto, que aquellos que visitan la Isla comunista siente los vestigios de las decisiones tomadas a lo largo de 60 años.
El director de cine colombiano, Jhonny Hendrix concedió una entrevista al diario Semana, donde ofrece su punto de vista con respecto a la situación económica de Cuba en comparación el resto de América Latina.
Hendrix estuvo en la Isla por largo tiempo, debido a que ahí grabó su aclamada cinta “Candelaria”, que logró un premio en las Jornadas de los Autores del Festival de Venecia.
Para este colombiano, el “periodo especial” fue el inicio del llamado “turismo sexual”, impulsado por la necesidad que tenía, y aún tienen, los jóvenes cubanos por llevar el pan a casa, mientras los más ancianos, incapaces de dar la cara, deben aceptar este estilo de vida.
“Se cayó el muro de Berlín y se desmoronó la Unión Soviética. Ese país era el que apoyaba directamente a Cuba, que, sin embargo, se quedó viviendo en otra época y no tuvo cómo responder a esos cambios”.
“Así que les tocó crear un turismo inmediato para ver si podían vivir de eso, y lo que se generó fue una especie de turismo sexual, en donde los más jóvenes salían a prostituirse para poder conseguir dólares. Y mientras ellos dinamizaban la economía, los viejos simplemente esperaban que sus hijos les llevaran algo”.
Y de allí parte la historia de “Candelaria”, una cinta que retrata a dos ancianos cubanos, que no tienen hijos que se prostituyan para mantenerlos, por lo que se las tienen que ingeniar para salvar su economía y su amor.
“Los dos viven literalmente de lo que les puede dar el Gobierno”.
“Un día se encuentra una cámara de video y decide llevarla a la casa porque piensa que se puede vender, y ahí es cuando él la graba mientras se baña, mientras camina, mientras se viste, y eso empieza a excitarlo. Así nace un nuevo romance entre estos dos personajes: se empiezan a tocar, empiezan a bailar, se empiezan a besar y viven una especie de nueva adolescencia. Pero un día se les pierde la cámara, y no diré más”
Sin duda unos de los puntos álgidos del filme es el retratar esa necesidad que se vivió en la Isla durante el periodo especial y que hoy siguen viviendo muchos cubanos.
El turismo sexual aún no se termina, a pesar de que el castrismo promueve leyes para evitar la prostitución.
La corrupción en los cuerpos policiales y las malas políticas en materia de economía que ahoga al trabajador privada, hacen que Cuba siga sumida en el mismo avismo al cual lo condujo Fidel Castro.
Redacción Cubanos por el Mundo