Jorge Luis Estrada Bueno y Elizabeth Valdés Ruiz viven en una casa que ha sufrido un derrumbe tras otro, hasta el punto de que hoy no tiene techo, entran y salen de su casa por la ventana del baño. ¿se puede estar peor? Cada día esta situación se agrava.
“A las 5:20 de la tarde del 26 de agosto terminó de caerse la caseta de la azotea y lo que quedaba de escalera”, contó Estrada Bueno, y aseguró que con este nuevo desastre se partieron las tuberías del gas y del agua.
Los hechos
El pasado 20 de mayo La vivienda de esta familia había sufrido un primer derrumbe parcial como consecuencia de las torrenciales lluvias de la temporada, según reseña Cubanet.
Desde entonces se han visto obligados a entrar a su vivienda por la ventana del baño, pues las obras que comenzaron a ejecutarse han quedado a medias porque necesitan de la aprobación de “superiores”.
“Fui una vez más al gobierno y a los días mandaron a un arquitecto que hizo la orden de emergencia para pasársela a los encargados de Secon. Vinieron bajo un aguacero a bajar todos los palos. Eso fue el 31 de agosto” explica.
La empresa de la construcción ya había estado anteriormente en su domicilio, Damas 905, La Habana Vieja, y había dictaminado la imposibilidad del ejecutar cualquier obra porque antes debía hacerse una coordinación con la empresa eléctrica.
“El sábado primero empezaron a hacer la famosa falsa obra que tienen que hacer desde el primer piso hasta el último, pero cuando subieron a la azotea a ver si podían demoler lo que faltaba dijeron que tenían que hablarlo con sus superiores porque en la parte de atrás y al costado hay viviendas con techo de cubierta ligera”, desde entonces esta familia espera a que los constructores regresen.
Según las declaraciones de Jorge Luis Estrada Bueno, él habría podido resolver un tanto su situación si no fuera porque en vivienda le prohibieron coger el dinero del subsidio del gobierno para arreglar la escalera o para pagarle a un albañil cuentapropista.
“Es un bien común y lo tienen que resolver Secon, el gobierno o vivienda, cualquiera de los tres organismos del estado”.
A la familia le queda la opción de entregar la propiedad al gobierno y albergarse, pero el miedo de permanecer en un albergue es mayor que el peligro de entrar a la casa por la ventana del baño.
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Redacción Cubanos por el Mundo