Fue a Tailandia en busca de relajación pero le costó los dedos de su pie derecho. Victoria Curthoys, una joven australiana decidió pasar sus vacaciones en el país asiático, donde se sometió a un pedicure con “peces rufa”.
La mujer de 29 años, cuenta que sus problemas comenzaron en 2010, cuando se decidió por dicho tratamiento.
El proceso consiste en introducir los pies en un tanque de agua tibia con entre 100 a 200 de estos peces, que al parecer se comen la muerta muerta de las extremidades del paciente.
Desafortunadamente, la joven no le tomó importancia al hecho de que, algunos años antes, exactamente en el 2006, le habían amputado la mitad del dedo gordo del pie a causa de una infección tras pisar vidrios rotos.
Se dio a conocer que a través de la cicatriz que le dejó esta operación, Curthoys sufrió una infección debido a un tipo de bacteria acuática que raramente afecta a seres humanos, pero que la terminó perjudicando.
Pasó el tiempo y la señorita notó que la infección se había extendido al resto de sus dedos, los cuales fue perdiendo paulatinamente.
El hecho causó preocupación entre los usuarios de Facebook, quienes no pudieron evitar sorprenderse ante el lamentable final de la mujer.
Redacción Cubanos por el Mundo