El régimen cubano intentó refutar los señalamientos críticos que le realizaron varias organizaciones no gubernamentales a raíz del Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos, al cual se sometió por tercera vez en mayo pasado.
Ante las críticas de organizaciones como Amnistía Internacional, Solidaridad Cristiana Mundial o United Nations Watch, representantes de organizaciones oficialistas que el régimen presenta como independientes se quedaron en un discurso vacío de argumentos, reseña Diario de Cuba.
Amnistía Internacional
Marianne Lilliebjerg, de Amnistía Internacional, acusó a La Habana de ofrecer una respuesta tardía a las recomendaciones hechas por países como Canadá, EEUU, Japón y los miembros de la Unión Europea.
“Cuba publicó su respuesta a las recomendaciones de los estados hace solo unos pocos días. Respondiendo de manera tardía, socava el proceso de apelación y limita el diálogo constructivo con los monitores independientes”, dijo.
Asimismo, denunció que el Gobierno cubano “continúa utilizando cargos inventados por delitos comunes y el despido políticamente motivado como una forma de silenciar a los críticos del Gobierno”.
“Estamos particularmente preocupados por el decreto 349”, una nueva ley que permitirá al Estado sancionar a los artistas y promover la censura.
Solidaridad Cristiana Mundial
Claire Denman, en representación de Solidaridad Cristiana Mundial (CSW, siglas en inglés), a quien el embajador acusó de “total desconocimiento de la realidad cubana”, alertó de informes sobre un “aumento constante en el número de violaciones de la libertad de credo en Cuba”.
La joven puso como el más reciente ejemplo la modificación que ha propuesto el régimen a la Constitución cubana.
“Mientras que el artículo 15 de esta Constitución nominalmente garantiza la libertad religiosa, no se extiende a la libertad de conciencia y no garantiza los derechos de individuos e instituciones a manifestar su fe o su falta de fe, ya sea en público o en privado”, señaló.
United Nations Watch
Rosa Salazar, de la ONG United Nations Watch, dejó en evidencia la manera en que el régimen opera para inundar el EPU de observaciones favorables y halagos a sus políticas.
“El EPU es un procedimiento muy importante, es una oportunidad para que los países sean examinados y se les realice un escrutinio, en aras de lograr un mejor desempeño en relación con los derechos humanos y mejorar la realidad de los ciudadanos sobre el terreno”, comenzó la joven.
“¿Está siendo implementado el EPU de manera apropiada en Cuba?”, se preguntó ante el Consejo.
“Tengo en mis manos el último reporte del EPU de Cuba. En la mayoría de los EPU la cantidad de ONG que realizan comunicaciones son entre 10 y 20. En algunos casos no tan comunes puede llegar a 30 o hasta 50. Sin embargo, para el EPU de Cuba el número de comunicaciones presentadas fue de 224”, señaló.
Para la ponente, eso es “algo insólito” y dejó claro que “algunas de las comunicaciones conjuntas de estas ONG aplauden el desempeño de Cuba en temas de derechos humanos” y lamentó que “no hubo escrutinio, sino elogio”.
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Redacción Cubanos por el Mundo