Denis Mukwege, un ginecólogo de 63 años que trata a víctimas de la violencia sexual en la República Democrática del Congo, y Nadia Murad, una activista de derechos humanos yazidí y superviviente de la esclavitud sexual del Estado Islámico en Irak, ganaron el viernes el Premio Nobel de la Paz 2018, reseña AFP.
Murad convertida en portavoz de la causa de las mujeres y de su pueblo, encarnan un movimiento planetario que supera el marco de los conflictos, como evidencia la ola mundial #MeToo, desatada hace exactamente un año por unas revelaciones de prensa.
Ambos fueron recompensados “por sus esfuerzos para poner fin al uso de la violencia sexual como arma de guerra”, indicó la presidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen.
Los galardonados dedicaron su premio a los cientos de miles de mujeres víctimas de la violencia sexual.
En quirófano
“Este premio Nobel supone un reconocimiento del sufrimiento y de la falta de una reparación justa para las mujeres víctimas de violaciones y de violencia sexual en todos los países del mundo y en todos los continentes”, dijo Denis Mukwege en una breve declaración desde su hospital de Panzi, que fundó en 1999 en Bukavu, en el este de República Democrática del Congo (RDC).
El hombre que repara mujeres, título de un documental en su honor, estaba en plena operación cuando llegó la información sobre el Nobel.
“Estaba en el quirófano […] de repente entró gente y me informaron sobre la noticia”, dijo Mukwege al periódico noruego VG.
Una historia muy dura
La iraquí Nadia Murad, de la minoría yazidí, ha vivido en carne propia estos horrores.
Como miles de niñas y mujeres de su comunidad, la joven fue esclava sexual del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en 2014, antes de lograr huir.
“No me resultó fácil hablar de lo que me ocurrió porque no es fácil, especialmente para las mujeres en Oriente Medio, decir que fuimos esclavas sexuales”, destacó este viernes al reaccionar al premio.
El Nobel “significa mucho, no solo para mí sino para todas las mujeres de Iraq y de todo el mundo” víctimas de violencia sexual, dijo por teléfono al sitio web del premio.
Embajadora de la ONU para la Dignidad de los Sobrevivientes de Trata de Personas desde 2016, Nadia Murad, cuya madre y seis hermanos fueron asesinados por el grupo EI, milita para que las persecuciones cometidas contra los yazidíes sean consideradas un genocidio.
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Redacción Cubanos por el Mundo