Una confesión que eriza la piel. Hareton Jaime Rodríguez Sariol, confesó cómo acabó con la vida de su novia de 48 años y a la nieta de ella de 12 años. Con un tiro las fulminó, decidiendo además decapitarlas y enterrar sus cabezas cerca de la autopista.
La pareja regresaba de un servicio religioso a su casa en Maryland. Y aunque aseguró en agosto tener su “conciencia tranquila”, la semana pasada el cubano decidió confesar sus culpas, luego de llegar a un acuerdo con la Fiscalía. Asumió los cargos de homicidio en primer grado, lo que lo llevaría a enfrentar una cadena perpetua.
De acuerdo The Winchester Star que cita a Marsha Garst, fiscal del condado de Rockingham, Elizabeth Rodríguez Rubio manejaba cuando el vehículo se salió de la carretera y cayó en una zanja. La niña se habría golpeado y cuando la abuela procedió a su auxilio, el hombre habría revisado el celular de la mujer y encontró un mensaje que lo enojó y puso “furioso”. Se desconoce el contenido del mensaje.
Con la misma arma que le había dado a su mujer para que “se protegiera” la apuntó. La niña, al ver la situación se colocó entre el arma y su abuela, a lo que Rodríguez Sariol respondió disparándole a la cabeza y luego a la novia, del mismo modo y un tiro en el pecho. Confesó haber colocado los cuerpos en el asiento trasero, cubrirlos y alejarse de la escena.
De acuerdo a evidencias presentada por la Fiscalía, a las 5:12 p.m., Sariol gastó $53.94 en gasolina, una parte de la cual echó en una lata. Más tarde compró guantes, fosforeras y cuchillos en Walmart. En las horas siguientes condujo por diferentes áreas del condado, deshaciéndose de pertenencias de Rodríguez Rubio que la policía recuperó posteriormente.
Luego cortó la cabeza de ambas y abandonó los cuerpos en el Parque Nacional Shenandoah, en el Condado de Greene, conservando las cabezas de ambas en una bolsa dentro de su auto. Procedió después a encender en llamas el vehículo donde había trasladado los cuerpos.
El 6 de agosto adquirió en una tienda de Home Depot un pico, para enterrar las cabezas de sus dos víctimas en la carretera interestatal 81. La policía había sido alertada por los familiares de Rodríguez Rubio y su nieta sobre la desaparición.
Un hombre misterioso
La alerta fue emitida el 07 de agosto y procedieron a emitir una orden de arresto contra Rodríguez Sariol por secuestro. Esa noche lo detuvieron cuando conducía un camión con remolque Volvo 2000. El 5 de septiembre reveló el lugar donde había depositado los cuerpos y enterrado las cabezas de sus víctimas.
“Yo sospechaba que algo no estaba bien con él. Un día me dijo que más adelante me contaría su verdadera historia y cuando le hablé de la posibilidad de visitar Cuba después de siete años, me dijo que no podría regresar nunca porque tenía cosas pendientes con la justicia”, dijo Michel Herrera, amigo de Rodríguez Sariol en una entrevista telefónica, en relación sobre las dudas de las autoridades sobre si realmente era un ex policía como aseguraba.
Rodríguez Sariol llegó como balsero a EEUU con su uniforme de la Policía Nacional Revolucionaria. Según confesó, era capitán de las fuerzas del orden en la Isla.
Redacción Cubanos por el Mundo
