Mientras el régimen niega ante la ONU la existencia de presos políticos en Cuba, Daniel Alfaro, un opositor que pasó un año en prisión, relató las penurias a las que fue expuesto solo por pensar distinto.
Según detalla Martí Noticias, a este cubano se le negaba la atención médica, se le propinaban fuertes golpizas e incluso llegó a dormir en el piso debido a la gran cantidad de detenidos que hay en las cárceles cubanas.
Ahora ya en libertad, este preso político afirma no sentirse seguro, pues mientras siga en Cuba, la amenaza siempre lo asechará.
“Sentí que salía de una prisión pequeña para una grande”
Frías, de 53 años de edad y miembro del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo (FACOZT) explicó que su recibimiento en la prisión artemiseña de Taco Taco fue dormir en el piso por falta de cama.
“Me pasaron para una compañía en la que estuve durmiendo 18 días en el suelo, porque el hacinamiento que había en Taco Taco era muy grande y no había ni colchones, nada”.
La falta de atención médica es uno de los principales problemas que deben afrontar los presos políticos.
“Allí cuesta mucho trabajo que te lleven a ver al médico, y a los guardias casi no los ves, solo cuando vienen a reprimir, y tienes que cansarte de gritar para que aparezcan”
Relata como una vez presención la golpiza a un reo llamado “El Chiqui”, que quedó gravemente herido.
“Le fueron arriba, con las esposas le rompieron la cara, la boca, le tumbaron un diente. El oficial conocido por El Bolo fue el primero que le fue arriba delante de otros oficiales de alto rango”.
Alfaro explicó que los carceleros actúan con total impunidad.
“Aquí nosotros hacemos lo que nos dé la gana. Los que mandamos somos nosotros”
Redacción Cubanos por el Mundo
