Un hombre identificado como Pablo Torres, de 51 años y residente en Hialeah, se subió en una torre de comunicaciones en la Palm Avenue y la calle 48, donde permaneció varias horas, por lo que las autoridades tuvieron que negociar hasta que él accedió a bajarse.
Torres mantuvo en vilo a los agentes y a los curiosos vecinos que se acercaron al lugar a ver lo que ocurría.
Por momentos se escuchó a su madre gritando e implorándole que bajara y una vez que decidió poner fin a su arriesgado acto, fue llevado a un hospital para ser sometido a un examen mental, antes de que sea acusado de robo y traspaso de propiedad.
“Ahora si va a enfrentar cargos de robo, y por entrar a una propiedad privada para subirse a la torre. Luego del examen mental va a ir preso”. Dijo el agente policial encargado del caso.
Sentado, acostado y hasta de pie atado a una cuerda, el hombre mantuvo por horas a sus vecinos y a las autoridades en la incertidumbre.
Hasta el momento se desconocen las razones por las que este hombre subió a lo alto de la torre, pues se no se sabe si tenía alguna demanda para las autoridades.
Los vecinos aseguran que lo han visto en las calles, caminando y hablando solo.
“En algún momento tuvo problemas con la autoridad, aunque no se los motivos” dijo uno de los vecinos.
Esta fue una historia con final feliz, ahora queda de departe de las autoridades policiales investigar las causas que llevaron al hombre a cometer esta “locura”.
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Redacción Cubanos por el Mundo