Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, pidió al Secretario General del organismo, Antonio Guterres, una investigación contra la delegación de Cuba y de Bolivia, tras el bochornoso escándalo que formaron ambos grupos durante un encuentro en la sede del Consejo de Económico y Social para tratar la situación de presos políticos en la Isla.
La iniciativa “Jailed for What?” (¿Presos por qué?), responsabiliza al régimen castrista de todas las violaciones de derechos humanos que se cometen en el país, algo que a la delegación cubana no le agradó y formaron una “alaraca”.
Los “diplomáticos” de Cuba y Bolivia, golpearon las mesas y comenzaron a gritar para boicotear el evento.
Sin embargo los panelistas no se dieron por vencidos y expusieron sus ideas en torno al tema pese al bullicio emitido por los comunistas.
En una carta enviada a Guterres, Haley indicó que el evento se convirtió en una “escena de turbas”, que además causo daños a la propiedad de la ONU.
“Respetuosamente pido a condenar esta conducta muy poco profesional y requerir a las delegaciones bolivianas y cubanas a pagar por los daños ocasionados”, dice la carta.
También demandó que se identifique a las personas que causaron daños a la propiedad para que sus respectivos países paguen por las afectaciones.
Haley dijo que la delegación de Cuba tuvo un comportamiento poco profesional e infantil y que fue una burla a la diplomacia.
La cadena mostró fotos de las marcas y roturas causadas al mobiliario de la sala de sesiones de la ONU causadas por los golpes descargados sobre él por la turba.
Redacción Cubanos por el Mundo
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