Se puede dar cualquier excusa, o quizá la más común: el bloqueo económico de Estados Unidos; pero la verdad es que después de 60 años de supuesta revolución, ninguna provincia cubana debería tener problemas con el agua potable. Pues el diario oficialista Juventud Rebelde, entre justificaciones y excusas trata el problema del agua en la provincia de Cienfuegos, reconociendo que no está apta para el consumo humano.
Y es que desde hace más de cinco años los vecinos de los repartos de Cienfuegos lavan, cocinan y se asean con agua de color amarillo, terrosa y con mal olor.
Pablo Fuentes Chivano, delegado de Recursos Hidráulicos de la provincia, reconoció que el problema es de vieja data. Informó que en períodos críticos calculamos hasta 200 unidades de turbiedad, cuando cinco es el límite. Aseguró que el problema es producto de lo vieja y desgastada de las tuberías del sistema.
“Cuando ocurren esas turbiedades tenemos que decidir entre dar la poca agua de calidad o en abundancia, pero sin calidad. La cantidad tratada no alcanza o asumir la afectada por turbiedades y cumplir la demanda”, señaló.
Soluciones
Es allí donde el ingenio de los cubanos debe relucir para solucionar los problemas de la ineficiencia del régimen.
Eso lo confirma una cienfueguera residente en el reparto Hermanas Giralt. Comentó que han ideado un sistema para tratar de consumirla lo más limpia posible. “Primero la filtramos por un algodón, luego por un filtro rústico, después por otro sistema y por último hervimos y agregamos el hipoclorito”.
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La verdad es que Cienfuegos no es prioridad dentro de Cuba. Se han asignado escasos 51 millones de dólares para reparar el incalculable número de acueductos y redes hidráulicas dañadas. Y sólo para solucionar el problema en la provincia se necesitan un aproximado de 60 millones, que no se disponen en la actualidad.
Mientras tanto, las enfermedades están a la orden del día. Estos cubanos tienen que usar el agua sucia para todo porque no tienen para comprar agua de otras fuentes. Están condenados a enfermarse de tanta contaminación.
Redacción Cubanos por el Mundo
