Alentado por las promesas de una falsa prosperidad económica por parte del régimen de Cuba, Michel Muñiz Morejón, es un cubano residente en Alemania que decidió repatriarse para abrir un negocio en Matanzas.
Su esposa, la alemana Norma Nachtigall, decidió seguirlo, pero sin imaginar que el castrismo haría de las suyas,detalla la web BZ-Berlin.
Ambos abrieron un bar llamado “Berlín”, que rápidamente se ganó la aceptación de los matanceros y turistas.
Tanto fue el éxito, que las autoridades castristas le “pusieron el ojo” y decidieron visitarlo.
Durante la inspección, los funcionarios no pudieron encontrar nada, pero igual se lo llevaron preso sin cargos criminales o de algún otro índole en su contra.
Nuestro bar fue un éxito total. Primero, un consejo interno con los lugareños, luego vinieron los turistas. Pero en mayo de este año llegó el asalto policial.
Los policías revolvieron todo el lugar buscando algo que inculpara a este gran emprendedor.
Al no encontrar nada, la frustración por no tener algo en contra de Muñiz Morejón les bastó para llevárselo detenido.
Durante 20 horas revolvieron todo. Buscando drogas, evidencia de prostitución, pornografía u ofensas económicas. Cuando los funcionarios tuvieron que retirarse sin resultado, tomaron a Michel Muñiz Morejón. Desde entonces ha estado preso allí sin cargos, aunque posee un pasaporte alemán
Su esposa, con quien lleva más de 20 años de casado, no ofreció mayores detalles. Se desconoce si el caso ha sido llevado a las autoridades alemanas, ya que Muñiz posee residencia en ese país.
La arremetida del castrismo contra la empresa privada ha sido uno de los puntos álgidos dentro del cuentapropismo.
Muchos se quejan de que no los dejan trabajar o le imponen exorbitantes multas que terminan acabando con su inversión.
Expertos por su parte, ven el sector privado la tabla de salvación para la moribunda economía cubana.
Redacción Cubanos por el Mundo
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