Se reúne con el payaso pero no con el dueño del circo. El presidente del Gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, llegará a Cuba este jueves para cumplir una apretada agenda, pero en su itinerario no aparece una reunión con el anciano dictador Raúl Castro, quien aún sigue moviendo los hilos del castrismo en la Isla.
El mandatario español, quien ha recibido duras críticas dentro de sectores de oposición en su país por el viaje, tampoco se reunirá con la oposición, pese a recibir varias solicitudes de distintos grupos, informa el diario El País.
Sánchez aseguró ante el Congreso de España que iría a Cuba para defender los Derechos Humanos, pero sus acciones no van acorde a sus palabras.
En el orden del día entra la inauguración de un foro empresarial en el hotel Grand Packard, de la hotelera española Iberostar, que el pasado 13 de noviembre fue incluida por Estados Unidos en la lista negra de Donald Trump, ya que es una empresa mixta junto con Gaviota, una compañía del ejército cubano.
El presidente también dará un paseo por La Habana Vieja, que fue rehabilitada con ayuda del gobierno español.
Además prevé reunirse con cuentapropistas, intelectuales, artistas y blogueros que no se identifican ni con el régimen ni con la oposición.
La lista de invitados a los encuentros fue hecha por el castrismo sin el consentimiento de Madrid.
La llegada de Sánchez a la Isla llega cuando se prevé una reforma constitucional que podría profundizar la naturaleza autoritaria del régimen castrista.
Redacción Cubanos por el Mundo
