La desesperación y el sufrimiento se han apoderado de los padres de la pequeña de cuatro años, Rocío Bustamante Riverón, quien sufre de un linfangioma retroorbital, por lo que podría perder uno de sus ojos. Los médicos indolentes han asegurado que la niña debe seguir bajo observación clínica y que los padres deben esperar.
“Nos tienen de hospital en hospital y no nos resuelven el problema del ojo de la niña. Ahora dicen que no hay solución; necesitamos que alguien nos ayude”, denuncian los padres desesperados.
“Ellos (los médicos) dicen que no hay un tratamiento ni un especialista en el país que pueda atender esta lesión en el ojo, que hay que esperar a ver si revienta para hacer una operación radical y extraerle el ojo”, asegura Osbed Bustamante, padre de la infante.
El caso
La niña que actualmente tiene cuatro años de edad y comenzó a ser atendida desde los once meses de nacida a partir del descubrimiento de un linfagioma orbitario izquierdo profundo y malformación vascular de los canales veno-linfáticos.
“Comenzamos a atenderla en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, pero lo único que le hacían eran realizarle pruebas cada seis meses, y nunca le pusieron un tratamiento real, porque según ellos, no saben cómo tratar este tipo de lesiones. Luego nos mandaron para la Ceguera (Hospital de Oftalmología Ramón Pando Ferrer), pero allí tampoco saben qué hacer y ya llevamos varios años en esto”, afirma Osbed.
Según un documento emitido por el departamento de Neurocirugía del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, firmado por la doctora Raisa Herrera Rodríguez y Elixete López Savón, la niña no tiene una patología neuro-quirúrgica, razón por la cual fue concluida la evaluación por parte de esta especialidad.
Por su parte, el departamento de Neuro-Oftalmología del Hospital Oftalmólogo Ramón Pando Ferrer también sacó un documento firmado por los doctores Julio Cesar González Gómez y Odelaisys Hernández Echevarría, que asegura que el tratamiento ideal para este tipo de lesión continúa siendo incompleto, riesgoso y difícil.
Según lo expuesto en el documento, no existen las condiciones disponibles en dicho hospital en caso de una posible intervención quirúrgica.
Sugieren que la paciente sea atendida por un neurocirujano pediátrico y consideran que sólo se debe continuar con la observación y el seguimiento conjunto.
Adela Riverón, madre de la niña, está solicitando la ayuda de cualquier persona, en cualquier parte del mundo, que pueda ayudarla para que su hija no pierda el ojo.
“Yo pido que por favor me ayuden a encontrar una solución para mi hija, es muy doloroso saber que va a perder su ojito y no poder hacer nada, ella sólo tiene cuatro añitos y no es justo que le pase esto”, imploró.
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Redacción Cubanos por el Mundo