Natalie Carlson, una estudiante de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, viajó a Cuba en 2014 para realizar un trabajo especial, pero al parecer fue violada por un interprete local que se ofreció a ayudarla con su trabajo.
La joven tuvo que regresar a su país, pero no sin antes demandar a la casa de estudios, pues afirma que la supervisora del grupo de estudiantes no estuvo atenta a lo sucedido sino hasta después del ataque sexual.
Es por eso que la Universidad acordó pagar la suma de 137 mil 500 dólares, detalla el Grand Forks Herald.
Los hechos
Al parecer, el Centro de Estudios Martianos, afiliado a la casa de Estudios, contrató a un hombre llamado Marcel Benet para que fungiera como interprete del grupo de seis mujeres y dos hombres.
Benet ofreció ayudar a Carlson a encontrar residentes locales para entrevistar.
Pasaron horas caminando por los vecindarios antes de terminar en la casa donde vivía Benet con su madre.
Carlson planeó entrevistar a Benet sobre sus condiciones de vida. En cambio, este la llevó a su habitación y la violó varias veces, dijo.
La joven regresó a su habitación de hotel, donde su compañero de cuarto la encontró llorando e informó a Melisa Riviere, una profesora de la Universidad que supervisaba a los estudiantes.
La supervisora le espetó a la joven que debía saber que no estaba en condiciones para acompañar a un extraño a su casa.
Más tarde, Carlson se vio obligada a ir a una estación de policía local para denunciar el asalto.
Finalmente, se negó a presentar cargos porque le dijeron que tenía que quedarse en Cuba hasta que se resolviera el caso.
El programa de estudios en el extranjero despidió al intérprete por lo que consideraba sexo “consensual” con un estudiante, dijo Carlson.
De vuelta en Minneapolis, Carlson se quejó ante la Universidad sobre su ataque y la respuesta dada por su supervisora.
Varios meses después, en abril de 2015, la casa de estudios optó por no castigar a Riviere.
Redacción Cubanos por el Mundo