El Zoológico de La Habana La Edad de Oro, popularmente conocido como Zoológico de 26, no pasa por su mejor momento.
El otrora centro de referencia para el disfrute de la familia cubana parece condenado a morir a causa de la desidia de funcionarios y autoridades de La Habana, cómplices de la dictadura, que cada vez destinan menos recursos para el mantenimiento de sus instalaciones, así lo reseña CubaNet.
En ese sentido, lo que en algún momento fue un hermoso y funcional Zoológico de ciudad, hoy es un sitio subutilizado que ya comienza a mostrar las costuras.
Deterioro
El deterioro de las instalaciones del Zoológico es visible: mal estado del parque infantil y de muchos de sus aparatos, falta de higiene, problemas en el sistema de drenaje y en la recogida de basura, estanques de agua vacíos.
Todo ello sumado a la pobre oferta gastronómica de la instalación redondea una situación que, tal y como se ve, parece difícil de revertir.
El principal perdedor de la decadencia del Zoológico: la población, que pierde una opción recreativa más así como el acceso al conocimiento que provee el intercambio con la flora y fauna. La situación del Zoológico de 26 ha llegado a tal punto que ni siquiera los vendedores ambulantes de juguetes y confituras aparecen por el lugar, tal y como ocurría hace algunos años atrás.
Las imágenes sobre el lamentable estado del Zoológico salieron a la luz pocos meses después de que Lázaro Luis Balido Perdomo, director comercial de la instalación asegurara al programa televisivo Libre Acceso (Canal Habana) que el centro comenzaría a comercializar las pieles de los animales sacrificados para ayudar a sostenerse económicamente.
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Redacción Cubanos por el Mundo