El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa denunció que efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria y la Seguridad del Estado continúan una arremetida en contra de varios periodistas, colaboradores y directivos de la Institución, sometiéndolos a interrogatorios y amenazándolos.
Según informaron a través de su página oficial, a los periodistas comunitarios les han emitido actas de advertencias por supuesta “usurpación de funciones públicas”.
Mientras distribuían la edición número cinco del periódico Páginas Villareñas, en los repartos Virginia y Danielito pertenecientes a la cabecera provincial de Villa Clara, fueron detenidos los periodistas Dunia Pérez Rodríguez y Felipe Solís Santiesteban.
“A los colaboradores de Páginas Villareñas le decomisaron alrededor de 80 periódicos, dos teléfonos celulares, una memoria flash, una mochila y una bicicleta”, aseguró el director del medio comunitario, Carlos Torres.
Según el periodista, “los agentes policiales levantaron actas de advertencias a ambos colaboradores por supuestamente repartir propaganda enemiga en las calles, violar propiedad privada y por usurpación de funciones públicas”.
“Actas de advertencias que ni Felipe ni Dunia firmaron”, añadió Torres.
Los mantuvieron durante más de 18 horas horas detenidos. Ese mismo martes pero en la provincia de Pinar del Río, fuerzas represivas del régimen cubano se llevaron arrestadas para la unidad de la PNR conocida como Herrima, a las periodistas Yudeisi García y Zaray Fernández “porque estaban distribuyendo la edición 148 del periódico Panorama Pinareño en la Calzada a la Coloma, en la cabecera provincial.
Cerca de 20 ejemplares les fueron decomisados junto a una tarjeta de memoria digital, le levantaron actas de advertencias y antes de ser liberadas las amenazaron con llevarlas a prisión por distribuir el periódico.
Venciendo la censura
A la propia directora del medio de comunicación, Sandra Haces Ramos, la amenazaron con encarcelarla por “escribir contra el Gobierno.
“Me interrogaron usando un lenguaje ofensivo y violento e incluso en varias ocasiones uno de los oficiales se paraba frente a mí de forma amenazante como si fuera a abofetearme. Estaban interesados en conocer cuántos periódicos imprimimos, distribuimos y en conocer quién, de dónde y qué cantidad de recursos nos envían para hacer nuestro trabajo comunicacional”, señaló la periodista, citada por la nota del ICLEP.
Un oficial aseguró a Haces Ramos que “la Western Union colaborará con la policía política y si comprueban que recibe dinero del exterior para sus ‘actividades contrarrevolucionarias’ sería llevada a prisión”.
El ICLEP intenta vencer la censura dentro de Cuba, llevando a la población de forma gratuita, varios periódicos locales, publicaciones desde donde “se critican las gestiones gubernamentales y partidistas de las comunidades, lo que molesta mucho a las autoridades por lo que nos reprimen constantemente”, señaló la organización.
Redacción Cubanos por el Mundo